Inés Palacios, una argentina becada por la Fundación Obama
Esta joven tucumana fue seleccionada junto a otras diez personas para integrar la tercera cohorte de Obama Scholars, y formarse en la Universidad de Columbia. Conocé su historia.
10/10/2020 | 10:50Redacción Cadena 3
Inés Palacios, es licenciada en Ciencias Políticas y Gobierno y fue seleccionada por la Fundación Obama para unirse a la tercera cohorte de Obama Scholars, una beca que se brinda para once líderes emergentes de todo el mundo, que estudiarán en la Universidad de Columbia.
Esta joven, oriunda de Tucumán, vivió sus últimos ocho años en Buenos Aires, donde concluyó sus estudios universitarios y trabajó impulsando políticas públicas para la transversalización de género en el gobierno de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires.
Ahora, aprovechando la pandemia regresó a su San Miguel natal para iniciar los estudios de esta beca, cuya primera parte se realiza de manera online y espera en diciembre poder trasladarse a Nueva York, donde se concretará el resto su formación.
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“Estudié Ciencias Políticas, ya venía con esa vocación, había sido la presidenta del centro de estudiantes de mi colegio y participé del modelo de Naciones Unidas, así que esto de tomar decisiones me gusta”, contó Inés a Cadena 3.
En el Gobierno de la provincia de Buenos Aires y dela Ciudad comenzó a trabajar en la transversalización de género, que es cuando se le agrega perspectivas de género a las políticas públicas. “Yo militaba desde ese tiempo cuando el tema se puso en agenda, me convocaron desde el Gobierno para agregar esa perspectiva de género. Lideré el primer plan de transversalización de género en el gobierno de María Eugenia Vidal”, detalló.
Inés se considera una privilegiada por ser parte del 20% de tucumanos que terminan la universidad, sobre todo teniendo ascendencia indígena, pero también destacó el “empuje” y “determinación” con la que afrontó cada desafío.
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Respecto a su inserción en el mundo laboral reconoce que encontró “mucha resistencia”, sobre todo cuando “no aparecía una demanda puntual” de estos temas que vinculan perspectiva de género y pueblos originarios. Sin embargo, asegura que es parte de vivir en un mundo donde la cultura tiene una formación más patriarcal, pero a la que se puede hacer frente con perseverancia y preparación.
Apasionada por encontrar soluciones a todas estas problemáticas, comentó que, en Estados Unidos, un cuarto por ciento del crecimiento de los últimos 60 años se explica por la entrada de personas racializadas y de las mujeres al mercado laboral. “Una manera de crecer es incorporando a los no que están en el mercado, y en Argentina las mujeres laburamos el doble que los hombres en las tareas no remuneradas y trabajamos menos en las tareas salariadas”, planteó.
Respecto a los pueblos originarios dijo que todavía hay un montón por hacer, pero por ahora la demanda que más los mancomuna es el reconocimiento de las tierras. No obstante, en cuanto a las ocupaciones opinó que es algo complejo en donde también hay matices que tienen que ver con las definiciones de comunidad originaria que demanda al sistema legal maneras más objetivas.
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Negociación en curso
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“Cuando uno repasa lo de la comunidad Mapuche no todos están a favor de lo que reclama y maneja, y ahí hay un desfasaje y malentenedido entre lo que es comunidad y los derechos. Por otra parte, no hay una ley de propiedad comunitaria. En el resto de Latinoamérica ya hay y acá falta un mecanismo que lidie entre la demanda de los pueblos originarios y la pertenencia de tierras”; explicó.
En cuanto al acceso de las viviendas, manifestó que “es una falla del mercado y del Estado”. “Lo que pasó en Guernica fue realizado por el mercado informal que ofrecieron un acuerdo con familias. No es espontáneo y esto muestra una falla del mercado formal que tiene un montón de tierras. El Estado y el mercado no se pusieron de acuerdo en ofrecer tierras en lugares habitables”, analizó.
No es una dicotomía de ocupación sí u ocupación no, sino que son temas más complejos asociados a la situación económica
Racismo en Argentina
Inés dijo que claramente existe, pero que además de la cuestión cultural del microracismo hay que poner el foco en el racismo estructural.
“A mayor color oscuro de piel de Argentina, menos percepción de ingresos”, afirmó y sostuvo que la desigualdad en el país es “marrón”, en referencia al color de piel que posee la gente descendiente de pueblos indígenas”. “La pobreza en Argentina es marrón. Hay un tema tabú detrás de la desigualdad y tiene sus orígenes en las raíces indígenas”, reflexionó.
Política, feminismo y meritocracia
Inés se refirió a la discusión de los cupos femeninos en áreas como el Congreso y dijo que esta es una discusión de hace 40 años, que si no se acelera hará que todo siga igual.
Si bien dijo que pone en juego dos ideologías como –la paridad y la meritocracia-, señaló que si uno mira las estadísticas, las mujeres legisladoras no sólo tienen la misma trayectoria laboral que sus pares hombres, sino que además tienen mayores estudios.
En los partidos políticos las mujeres llegan al 50% de afiliación, pero sólo encabezan el 17% de encabezamiento de las listas
“Claramente hay una desigualdad estructural entre hombres y mujeres, con un techo de cristal y por eso la paridad es un mecanismo necesario”, subrayó y dijo que el mérito no es tan acuciante, teniendo en cuenta que muchos varones acceden a estos puestos por ser hijos, hermanos y amigos "de".
Entrevista de Una Mañana para Todos.
