Estancia Caroya: de casa jesuita a fábrica de armas blancas

Una verdadera joya histórica. Eso es la Estancia Jesuítica Caroya, ubicada a 50 km de Córdoba, en la localidad de Colonia Caroya. Este lugar fue el primero que instaló la Compañía de Jesús en las sierras en 1616.

En un primer momento, funcionó como un próspero campo ganadero y hoy es parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y de los bienes patrimoniales de la provincia. Al visitarla, el turista podrá recorrer las tres etapas históricas que vivió el lugar y entrar en contacto con objetos que viajaron desde otros tiempos.

La historia de la estancia está muy asociada a Ignacio Duarte y Quirós, el fundador del Colegio Monserrat, quien compró las tierras y las donó al colegio. Este lugar era usado como residencia de veraneo por los estudiantes del mismo.

De estancia a fábrica de armas

En 1815, ante la carencia de armamento para llevar adelante la guerra de la Independencia, se decide instalar en este lugar la primera fábrica de armas blancas del país. Este lugar también forjó la escapada del libertador José Gervasio de Artigas.

Tanto Manuel Belgrano como San Martín estuvieron alojados en la estancia. El primero lo hizo en un viaje de regreso a Buenos Aires desde Tucumán cuando ya estaba gravemente enfermo. El segundo, lo hizo por primera vez en 1813 de paso hacia Tucumán.

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Abierta al turismo

La estancia fue restaurada en el 2000 y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Hoy tiene su puertas abiertas para recorrer sus salas y hacer un viaje en el tiempo. Hay muchos objetos antiguos expuestos y puede visitarse hasta su capilla.

Horarios: de martes a domingos de 9 a 18

Entrada: $100.

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