Una testigo clave contó cómo fue el intento de abuso antes de la tragedia vial

Juan Federico

La investigación por la muerte de Maricel Soledad Vargas (31), la joven que fue embestida en la medianoche del domingo por un Volkswagen Bora cuyo conductor se dio a la fuga, en Villa Retiro, de la ciudad de Córdoba, quedó dividida en dos fiscalías.

Este martes, Cadena 3 adelantó que la fiscal especializada en Delitos Contra la Integridad Sexual, Ingrid Vago, se iba a encargar de investigar un presunto intento de abuso sexual que Maricel habría sufrido justo antes de ser embestida, mientras que la fiscal Patricia García Ramírez iba a continuar en la causa contra el conductor del Bora.

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Ayer, casi 36 horas después de la tragedia, la abogada Mónica Picco finalmente presentó en Tribunales 2 al conductor del auto, Lucas Aballay (26), que quedó detenido acusado de homicidio culposo.

Si bien el joven ya deslizó extraoficialmente que Maricel se cruzó de manera intempestiva en la calle, que no tuvo tiempo de frenar y que se fue del lugar por miedo a la inseguridad y a ser atacado por los vecinos, la fiscal ponderó de manera negativa el largo tiempo que estuvo sin ser identificado, por lo que ordenó que quedara detenido por el momento.

Ya no será posible realizarse exámenes toxicológicos para determinar en qué condiciones manejaba cuando embistió a la joven. Pero los peritos de Accidentología Vial ya están trabajando sobre el auto, que fue entregado y que presenta evidentes signos de que el impacto fue fortísimo: paragolpes roto, le falta un espejo, tiene el techo abollado y perdió la luneta. 

O sea: el auto chocó a Maricel, que voló por el aire, cayó sobre al techo, rompió la luneta y terminó en la calle, ya sin chances de sobrevivir.

Ahora bien, ¿por qué Maricel estaba en medio de la calle cuando fue atropellada? A esa hora, alrededor de las 0.30 del lunes, ella iba caminando con el padre de su actual novio. El hombre, que tiene 39 años, dijo a los policías que los tres habían estado toda la tarde tomando bebidas alcohólicas y drogas en un domicilio de esa zona de la ciudad y que a la noche habían salido los dos para ir a un quiosco cercano a comprar algo más para tomar.

Fue entonces, agregó el suegro, que Maricel trastabilló y se fue hacia la calle, momento en que apareció el Bora y la embistió.

No obstante, otros testigos dieron una versión más amplia y atroz: aseguraron que el suegro intentaba abusar de Maricel en la banquina y que ella, al intentar escapar, terminó por ser atropellada.

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Ahora, Cadena 3 habló en exclusiva con una de estas testigos, María, quien vive a pocos metros del lugar de la tragedia. La mujer aseguró que observó el intento de abuso y toda la secuencia que terminó de la peor manera.

"Esa noche yo estaba acostada y mi marido me despertó. Me dijo 'vení a ver cómo la va manoseando el suegro'. Se refería al suegro de la chica. Todo era ahí, en medio de la calle. Todo fue muy rápido y no me dio cuenta de gritarle a la chica, de auxiliarla. Ella queda en medio de la calle porque el señor que iba con ella le quería bajar los pantalones y ella le sacaba la mano, no sé si estaban discutiendo o peleando, pero sí que ella le sacaba la mano. Fue entonces que ella lo quiere empujar, pero terminó ella en medio de la calle y justo pasó el auto que iba muy fuerte y ni tocó bocina. La agarró al medio", relató la testigo.

La mujer agregó que el suegro se quedó unos minutos en el lugar, que en ningún momento auxilió a Maricel, que dialogó de manera veloz con los primeros policías que llegaron al lugar y que luego desapareció. Y que recién regresó unas horas después.

Tanto Maricel como el hombre eran vecinos de ese sector de barrio Ciudad Villa Retiro. Aunque ella no hacía mucho tiempo que había llegado al lugar, por lo que María no tiene muchas referencias sobre qué hacían. Sí recuerda que Maricel pasó algunas veces por su casa para pedirle que le colaborara con lo que fuera.

Es que la biografía de Maricel está repleta de vulnerabilidades y violencias. Oriunda de Chile, vivió durante años en Tierra del Fuego, de donde huyó junto a sus cuatro hijos por las agresiones a las que la sometía su pareja de aquel momento, según contaría luego en Córdoba.

Ya en territorio cordobés, tuvo un quinto hijo. Los cinco pequeños (cuatro varones y una mujer) fueron institucionalizados por la Senaf. Ya no vivían con ella. Maricel tenía graves problemas de consumo de drogas y había desertado de diferentes tratamientos oficiales a los que había sido asignada.

Ahora, la fiscal Vago intenta precisar cómo sucedió el presunto abuso en medio de la calle y si esto fue el desencadenante de la tragedia vial que le costó la vida a Maricel.