El campo bonaerense hace agua
Más de 120.000 hectáreas siguen anegadas, y temen por el agravamiento ante nuevas precipitaciones. La agricultura y la ganadería colapsaron ante un fenómeno que desnuda el abandono del Estado.
27/08/2025 | 06:12Redacción Cadena 3
La situación en el partido 9 de Julio es cada vez más crítica, debido a las intensas lluvias que han afectado la producción agropecuaria. Según Patricia Gorza, productora y referente de la zona, “este agosto ha sido muy lluvioso, rompiendo las medias históricas”, lo que ha llevado a que más del 40% de la superficie esté inundada. A pesar de esto, el 60% restante no es apto para la producción debido a la falta de accesibilidad y a la colapsada red vial.
Las últimas lluvias (que oscilaron entre 70 y 100 milímetros), han agravado aún más la situación, y se pronostica que se sumarán otros 80 milímetros en el fin de semana. “La red vial está totalmente colapsada, y los canales que drenan el agua están desbordando”, explica Patricia, quien también destaca que el problema afecta tanto a la agricultura como a la ganadería.
Impacto fulminante
Antes de las últimas lluvias, se estimaba que 120.000 hectáreas estaban afectadas, y solo se había podido sembrar el 30% de la cosecha fina. “Toda la siembra de maíz temprano se descartó, y no se están pudiendo hacer las labores ni los barbechos”, añade. La ganadería también enfrenta serias complicaciones, con liquidaciones forzadas de ganado y el cierre de dos tambos y una fábrica de lácteos en el último mes.
La falta de respuestas adecuadas ante esta crisis es alarmante. Patricia menciona que, en una reunión reciente, se discutieron las obras de la cuenca del río Salado, pero las soluciones a largo plazo no estarán listas hasta 2031. “Ahora lo que nos queda son pequeñas acciones coordinadas entre los productores, el municipio y la dirección hidráulica”, señala.
Además, Patricia critica el abandono de las obras troncales que, a pesar de estar hechas, nunca recibieron el mantenimiento necesario. “Desde el año 2001 no teníamos una inundación de esta magnitud”, afirma, reflejando la frustración de los productores que sienten que están pagando un alto precio por la falta de acción en momentos críticos.
La situación es desesperante para una localidad que depende casi exclusivamente de la producción agropecuaria. “Es muy triste y además es una zona donde hay muchos campos pequeños y medianos, y que sabemos que muchos de esos productores van a quedar en el camino”, concluye Patricia, dejando entrever un futuro incierto para la comunidad.
