Proliferan los ataques a piedrazos en la Circunvalación

Juan Federico

La idea era salir a cenar en familia. Viajar de la zona sur de la ciudad de Córdoba hacia un restaurante ubicado en la parte norte. Hacía poco que ya había oscurecido. El reloj marcaba poco más de las 21 del miércoles y la camioneta circulaba por el carril izquierdo del anillo de la Circunvalación. Fue entonces que todos, la pareja y los niños que iban en el asiento trasero, se sobresaltaron. Un piedrazo impactó de lleno contra el vidrio delantero y un espejo. El cristal pronto se astilló.

Ocurrió casi en el cruce con avenida Sabattini, a la altura de villa Los Artesanos. Allí, a un costado, un grupo de jóvenes arrojaba objetos contundentes contra los vehículos.

Menos de 200 metros más adelante estaba apostado un puesto fijo de la Policía Caminera. Uno tras otro los automovilistas iban frenando con el mismo reclamo: vidrios rotos o chapa abollada por algún piedrazo a la altura del cruce con Sabattini.

"En segundos, éramos cinco los automovilistas frenados en el puesto de la Caminera denunciando lo mismo", contó una de las víctimas.

Otra vez, proliferan los ataques a piedrazos contra vehículos en los accesos a la ciudad de Córdoba. Vandalismo e inseguridad que se entremezclan con una marginalidad creciente. Vehículos que circulan a alta velocidad y que en un instante reciben un impacto que puede resultar fatal, tal como ya supo ocurrir en otros casos.

Automovilistas particulares y empresas de transporte denuncian que en realidad esta modalidad delictiva nunca pasó de moda en la ciudad. Que desde hace tiempo se reproducen los ataques de este tipo en los diferentes puntos de acceso a la Capital cordobesa.

Por ejemplo, una empresa de colectivos de media distancia denuncia que por mes invierte un presupuesto millonario en reparar vidrios rotos. En su caso, la mayoría de los ataques se produce entre la Circunvalación y el acceso de la ruta nacional 19.

Los automovilistas afectados anoche por los piedrazos a la altura de villa Los Artesanos agregaron otro dato: denunciaron inacción policial.

Aseguraron que cuando les relataban a los policías de la Caminera apostados a unos 200 metros de allí lo que les acababa de pasar los uniformados sólo les respondían que se debían dirigir a una unidad judicial a radicar la denuncia correspondiente. Nada más.

Pocos metros más adelante, de la mano contraria, un grupo de vecinos de la zona de Patricios y San Jorge cortaba el tránsito en reclamo por la falta de luz y agua en el sector.

"Los policías nos dijeron que ellos no podían hacer nada, ni siquiera tomar la denuncia, que nosotros teníamos que ir a una unidad judicial y denunciar ahí", se quejó una de las víctimas.

Al respecto, fuentes judiciales remarcaron que la Policía sí puede (y debe hacerlo) generar actas de oficio y llevarlas a la unidad judicial. "Si pueden constatar que alguien comete una infracción de tránsito, ¿cómo no van a poder tomar una denuncia de que a alguien le acaban de reventar el auto de un cascotazo?", se enseñó.

El dato no pasó inadvertido: mientras los policías eran avisados por los automovilistas de que estaban siendo atacados a piedrazos metros más atrás, continuaban estacionando nuevos damnificados.