Una malformación afecta sus ojos y piden ayuda para tratarlo en el Garrahan

Luciano López, tiene 8 años, es de Córdoba y tiene Coloboma Bilateral, una malformación ocular congénita conocida como "ojo de gato" y en donde la pupila no se le terminó de formar del todo. En consecuencia el nervio óptico tampoco, trayendo no sólo inconvenientes en su visión, sino también en su calidad de vida.

Según contó a Diversidad su mamá Gisella  Estefanía Fernández, Lucho con apenas 8 años y próximo a cumplir 9, tiene los ojos llenos de cataratas y otros daños en su visión.

Si bien hasta ahora se estuvo atendiendo en Córdoba, en lugares públicos y privados, ahora necesita una operación que se tiene que realizar en el Hospital Garrahan, en Buenos Aires, donde hay más especialistas en oftamología para este caso. 

En enero realizaron la primera consulta allá donde les dieron más esperanzas para mejorar su calidad de vida, pero eso ha llevado a la familia a invertir sus ahorros en viajes y en estudios. 

A este escenario se sumó que ambos papás, que trabajaban en el mismo lugar, quedaron desempleados a raíz de la unificación de la empresa en la que trabajaban y ahora no tienen cómo costear los gastos para completar y seguir el tratamiento.

"En Buenos Aires me dieron esperanza de que sí es operable, el tema es que a nosotros se nos acabaron los recursos. Con el papá nos quedamos sin trabajo hace poquito. No hubo indemnización ni nada porque no era un trabajo formal y ya se nos agotaron los medios y ahora tenemos que volver a viajar para hablar con los médicos y después vendrán otros viajes para los prequirúrgicos", explicó su mamá.

Además, después de la cirugía tendrá que usar unos lentes de contacto específicos y a medida que también implican más y más dinero. Por eso, en medio de esta desesperación su familia comenzó a organizar una colecta solidaria para tratar de juntar fondos.

Si bien la familia se maneja con Apross como obra social, gracias a la abuela de Luciano, con eso logran achicar algunos costos, pero el tratamiento y los traslados implican muchísimos más gastos.

En esta cruzada la familia acepta donaciones, además de toda la ayuda que se les pueda brindar como laboral, económica y hasta apoyo psicológico.

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