El mensaje que un astronauta envió a extraterrestres

El 2 de marzo de 1972, la NASA lanzó la sonda espacial no tripulada Pioneer 10.

La misma tenía como objetivo principal tomar fotografías de Júpiter y sus lunas, pero además llevaba un mensaje para los extraterrestres.

En una placa, hecha de aluminio y cubierta en oro, revelaba un diagrama que pretendía explicar a otros seres quiénes somos los humanos y de dónde venimos.

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Quienes trabajaban detrás de este mensaje eran el astrónomo Carl Sagan y su colega Frank Drake.

"Nos imaginamos que lo más interesante para los extraterrestres sería saber cómo somos", le contó a la BBC Drake, fundador del Instituto SETI, que escanea el espacio en busca de signos de comunicaciones extraterrestres.

"Pero pensamos que también querrían saber de dónde provenía el mensaje y cuándo había sido enviado, pues podían pasar millones de años antes de que fuera interceptado", dijo.

 Para indicarles a los extraterrestres dónde había sido lanzado el mensaje, los científicos crearon un mapa que mostraba la ubicación de 14 púlsares con respecto al Sol -objetos que emiten pulsos regulares de diferentes tipos de radiación como los faros-.

Cada una de las líneas que irradian del centro indica la dirección y la distancia de un púlsar al Sol.

Como hay muchos pulsares en el Universo, anotaron en números binarios la frecuencia de pulsos que, por ser distintiva, sirve para identificarlos.

En la parte inferior izquierda del diagrama, donde está el número 2, verás nuevamente el Sol, ahora acompañado de los planetas, incluido Plutón, que en ese entonces aún lo era.

Del tercer planeta -el nuestro- sale una flecha que señala la sonda Pioneer (3).

El dibujo, que corresponde al número 4, muestra finalmente el átomo de hidrógeno en sus dos estados de energía más bajos.