Licencias de conducir sin renovación

Fernando Genesir

Recientemente, una cámara que agrupa a productoras de software vial realizó una encuesta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires sobre la posibilidad de renovar el carnet de conducir de manera online. Los resultados fueron claros: un 65% de los encuestados se mostró a favor de esta idea, mientras que un 30% se opuso. Este dato me lleva a pensar en la propuesta que lanzó la diputada Patricia Vásquez, del PRO, quien sugirió que el carnet de conducir no tenga vencimiento.

Es curioso cómo a veces damos por sentado ciertas normas sin cuestionar su razón de ser. ¿Por qué es necesario renovar el carnet de conducir cada cinco años? ¿No sería más lógico que, al igual que en Estados Unidos, el carnet dure para toda la vida? El flamante ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, ha planteado que están trabajando en reformas estructurales para el registro del automotor y la renovación de licencias. Su argumento es claro: si en Estados Unidos no hay que renovar el carnet cada ciertos años, ¿por qué aquí sí?

Esta reflexión me lleva a una pregunta fundamental: ¿cuál es el verdadero objetivo del carnet de conducir? ¿Es certificar que una persona está en condiciones de manejar o es simplemente una forma de recaudar fondos para los municipios? Si el objetivo es la recaudación, estamos hablando de un problema más profundo. La seguridad vial debería ser la prioridad, y no la recaudación de un "carnet" que, en muchos casos, se ha convertido en un mero trámite.

Por supuesto, esta idea de eliminar la renovación del carnet no está exenta de críticas. Fabián Pons, un especialista en seguridad vial, ha manifestado que el Gobierno podría estar cometiendo un error al considerar esta propuesta. Según él, el actual sistema de renovación es deficiente, y la solución no sería hacerlo más libre, sino aumentar el control sobre la salud de los conductores. Este es un punto válido que merece ser considerado en el debate.

La realidad es que, mientras discutimos sobre la renovación del carnet, seguimos enfrentando un alarmante récord de muertes por accidentes de tránsito en Córdoba. Esto pone de manifiesto que, independientemente de la duración del carnet, la educación vial y el respeto a las normas son fundamentales. La situación actual nos invita a reflexionar sobre cómo estamos manejando nuestras calles y, sobre todo, cómo podemos mejorar la seguridad vial en nuestra provincia y en todo el país.

La propuesta de un carnet de conducir que no expire puede ser un paso hacia adelante, pero debe ir acompañada de un sistema de control efectivo que garantice que todos los conductores estén aptos para manejar. Espero que esta discusión continúe y que, en el camino, podamos encontrar soluciones que realmente beneficien a la sociedad.