Heber Mastrangelo: el rey de las diagonales

Jorge Parodi

Heber Mastrángelo fue un querido personaje, una verdadera gloria de nuestro fútbol, fundamentalmente de Boca Juniors.

Un goleador implacable. Con la camiseta número 7 en la espalda fue un delantero electrizante.

Un referente ineludible para los nostálgicos incurables del fútbol argentino de los 70, plagado de figuras y de títulos.

Un wing o extremo como los llaman ahora, por derecha, que nunca murió contra la raya, simplemente porque tenía el gol entre ceja y ceja.

Mastrángelo descubrió, sin saber demasiado sobre geometría, que las diagonales eran el camino más corto hacia el gol.

Por eso era el rey de las diagonales.

En el área a la hora de definir era más frío que la Antártida.

Su viveza para encontrar los espacios, su astucia para sacar ventajas en un segundo, su velocidad y su buen humor fueron sus credenciales para trascender en complicado mundo del fútbol.

Un 5 de julio de 1948, Heber Mastrángelo nació en Rufino (Santa Fé), la tierra desde donde también surgieron dos grandes de todos los tiempos: Bernabé ( Ferreyra) y Amadeo ( Carrizo).

El Heber no se llamaba Heber, sino Ernesto Enrique, pero cuando sus padres fueron a anotarlo no le permitieron colocar el nombre con el que lo conocieron durante toda su vida y al que hizo famoso como futbolista.

Mastrángelo fue ídolo en Boca, pero antes jugó en River donde fue querido y respetado.

Lo llamativo es que le convirtió más goles a Boca jugando para River, que a River luciendo la camiseta de Boca.

Heber formó parte fundamental de una época de oro de Boca que de la mano del Toto Lorenzo y con Alberto J. Armando como presidente ganó absolutamente todo.

En su brillante carrera Heber convirtió126 goles en 312 encuentros.

Mastrángelo jugó en Atlanta entre 1968 y 1971, donde marcó 26 goles en 74 partidos.

En esa época Heber jugó algunos partidos para la Selección Argentina.

En 1972 pasó a River hasta 1974. Con la banda roja hizo 33 goles y jugó 90 encuentros.

Junto a Carlos Morete y Pinino Mäs formaron una delantera letal, que logró un subcampeonato en el Nacional 72, después de perder la final ante el San Lorenzo campeón invicto del torneo.

En ese certamen River venció a Boca 5 a 4 en la primera fecha en el clásico más increíble de la historia.

En el comienzo del partido el arquero Perico Perez le atajó un penal a Boca , luego River se puso 2 a 0 ( el primero de Mastrangelo) , Boca se lo dio vuelta 4 a 2, River se puso 4 a 4 y en tiempo de descuentola toco Heber, Morete sobre la línea de sentencia puso el agónico 5 a 4.

Ese River formaba con Perico Perez, Zucarini, Dominichi, Daulte y Giustozzi. JJ Lopez, Merlo y Alonso. Mastrangelo, Morete y Más, el técnico era el VascoUrriolabeitía.

Mastrángelo brilló en River, pero el millonario llevaba 18 años sin lograr un campeonato y ante la llegada del técnico AngelLabruna quién trajo a Pedro Gonzalez para ocupar su puesto, Heber decidió buscar nuevos horizontes futbolísticos.

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En 1975 Juan Carlos Lorenzo lo llevo a Unión de Santa Fe, junto a RubenSuñe y Hugo Orlando Gatti, ente otras figuras.

Alli fue socio futbolístico de Leopoldo Jacinto Luque y de Victor Marchetti, en una gran campaña del Tatengue recién ascendido Heber convirtió 20 goles en 46 partidos.

En 1976, otra vez el inefable Toto Lorenzo lo convocó para jugar en Boca, donde estuvo hasta 1981 y se convirtió en ídolo.

La era Lorenzo en Boca fue gloriosa, conformó un equipo duro, rocoso, donde la velocidad y la astucia del Heber fueron claves para ganar el bicampeonato en el 76, en el año en el que Boca le ganó la final del Nacional a River con el gol de Suñé en cancha de Racing.

Gatti, Pernía, Mouzo, Sá y Tarantini, Ribolzi, Suñe, Zanabria, Mastrangelo, Veglio y Felman quedaron en la memoria del hincha de Boca por siempre.

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En 1977 Mastrangelofue protagonista de la primera Libertadores ganada por Boca en toda su historia, tras vencer a Cruzeiro en definición por penales,

Un año después, el equipo de Lorenzo repitió el logro después de golear por 4 a 0 al Deportivo Cali que dirigía Carlos Bilardo en el partido de vuelta jugado en la Bombonera con un golazo de Heber Mastrángelo, en el que después de recibir un pase largo, enganchó hacia adentro y de con un zurdazo preciso y a colocar, la puso por arriba del arquero colombiano, fue un golazo que hizo explotar a la 12 y le juró amor eterno.

El 1 de agosto de 1978, apenas dos meses después de que Argentina consiguiera su primer Copa del Mundo, Heber alcanzó el punto más alto de su carrera cuando Boca venciópor 3 a 0 al Borussia Monchelgladbach en Karlsrusheen una fría e inolvidable noche en la que Mastrangeloseñaló el segundo gol a puro contragolpe a los 33 minutos del primer tiempo.

Boca alineó a Gatti, Pernia, Tesare, Bordon y Suarez. Salinas, Suñé y Zanabria. Mastrangelo, Saldaño y Felman.

Ese día Boca se sintió campeón del mundo por primera vez

Mastrángelo hizo 47 goles en 103 partidos, ganó seis títulos, dos Metropolitanos (76 y 81) , un Nacional ( 76) , dos Libertadores (77 y 78) y una Intercontinental(1977)

La zurda prodigiosa de Mario Zanabria dibujaba pelotazos cruzados para la diagonal precisa de Heber que se cansó de hacer goles con esa fórmula que todos conocían, pero que pocos podían neutralizar.

Compartió delanteras demoledoras con el mendocino Dario Felman y el Mono Hugo Perotti y un 9 exquisito como el Toti Carlos Veglio

Formó parte del plantel de Boca campeón con Maradona en 1981 y Marzolini como DT, aunque sin tener un rol protagónicodebido a una lesión

En 1982 cerró su carrera en DefensorSporting de Montevideo.

Después de su retiro dirigió sin demasiado éxito en Los Andes, Almirante Brown, Chacarita, la Selección Sub 20 de Paraguay y Cartaginés de Costa Rica

Posteriormente Mastrángelo trabajó durante muchos años en las divisiones formativas de Boca

Ernesto Enrique. “Heber” Mastrangelo murió el 22 de julio del 2023 a los 75 años.

El Heber le dio alegría al fútbol

Lo llenó de goles y electricidad.

Fue protagonista de una época de oro de Boca en los 70.

Fue el que entendió, aún sin saber demasiado sobre geometría, que desde su posición la diagonal era el camino más corto hacia el gol.

Fue un wing o extremo, como los llaman ahora, que no se asfixió contra la raya.

Simplemente porque en la vida siempre creyó en el gol.

Por eso se quedo a vivir en el corazón de los hinchas.