Una cascada con olla profunda y refrescante en San Clemente

San Clemente es uno de los destinos más refrescantes que tiene el Valle de Pacharavasca. Enmarcada por las aguas de los arroyos Las Granadillas y Las Tazanas, y de los ríos Suela, San José y San Pedro es un pasaje al relax, el descanso y el contacto con al naturaleza.

San Clemente es un poblado pintoresco, con callecitas tranquilas en medio de la inmensidad serrana. Sus senderos se asoman entre espinillos y pinares, convirtiéndose en protagonistas de caminatas o paseos a caballo y bicicleta.

Tiene rincones que son muy elegidos por familias enteras que deciden darse un chapuzón en verano, o bien pasear a lo largo de las orillas de los cursos de agua los días de frío.

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Uno de los lugares indicados para disfrutar de aguas cristalinas y templadas es el arroyo Las Tazanas. Más precisamente la Olla del César, que invita a refrescarse en días de temperaturas elevadas. Se trata de un piletón de agua que se forma por la caída del agua de una cascada que lleva el mismo nombre. 

Para llegar, solo hay que cruzar el vado y andar unos doscientos metros aproximadamente. Las inmensas piedras invitan a descansar rodeado de vegetación, que embellece y completa el paisaje.

Foto: Twitter @SanClementeCba

San Clemente no cuenta con la infraestructura para recibir a grandes afluencias de turismo, es más bien apta para aquellos que desean el verdadero contacto con la naturaleza. Para hospedarse hay un hotel, una hostería y un camping. Además hay proveedurías y algunos comedores serranos.

Para llegar, hay dos opciones: por la RP5 hasta Villa Ciudad de América; luego al oeste y 26 kilómetros después, se llega a San Clemente, recorriendo una distancia total de 90 kilómetros. Otra opción es por el Observatorio de Bosque Alegre, tomando el desvío hacia el sur. La distancia total es de 70 kilómetros.

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