Para economista, la inflación de abril deja proyecciones optimistas para mayo
La inflación en Argentina se ubica en un 2,8% en abril, con un acumulado del 47,3% en 12 meses. La desaceleración se vincula al tipo de cambio y muestra un freno en el aumento de precios de alimentos y combustibles.
15/05/2025 | 14:42Redacción Cadena 3
La inflación de abril en Argentina se ubicó en 2,8%, un dato positivo que sorprendió al mercado al situarse por debajo de las expectativas y casi un punto porcentual menos que en marzo.
Según dijo a Cadena 3 María Castiglioni, economista de CyT Consultores, este número refleja una desaceleración significativa, a pesar de un contexto de incertidumbre por el nuevo esquema cambiario y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. Analizó los factores detrás de esta cifra y proyectó un panorama alentador para mayo.
El índice de 2,8% marca una mejora frente al 3,7% de marzo, mes que combinó factores estacionales, especulación cambiaria y alzas en alimentos (5%) y servicios.
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En abril, los alimentos subieron un 2,4%, con incrementos moderados en carnes (especialmente pollo y cerdo) y una caída en frutas y verduras, afectadas previamente por lluvias e inundaciones. Además, los combustibles bajaron un 5% y las prepagas moderaron sus aumentos, contribuyendo a la desaceleración general.
“Es un balance positivo, considerando la volatilidad y la incertidumbre previa”, destacó Castiglioni.
La estabilidad cambiaria fue clave. Tras abandonar un tipo de cambio que subía al 1% mensual por un esquema flexible con bandas anchas, el dólar oficial mostró escasa volatilidad y los financieros retrocedieron, alejándose de los $1.400. Esto rompió con la reacción histórica de los comerciantes de subir precios ante alzas del dólar, un reflejo ligado al exceso de emisión monetaria del pasado. “Esa inyección de pesos por déficit fiscal no está ocurriendo ahora, y los precios incluso están retrocediendo con descuentos y promociones”, explicó la economista.
Para mayo, CyT Consultores proyecta una inflación aún más baja, posiblemente cerca del 2%, impulsada por un freno en los precios de alimentos y otros rubros. Sin embargo, Castiglioni aclaró que la recuperación del poder adquisitivo dependerá de un crecimiento económico sostenido. “El PBI no crece desde 2011, y el ingreso per cápita cayó un 15% en ese período. Para mejorar los salarios reales, la economía debe crecer, y este año podría cerrar con un alza del 5,5% al 6%”, señaló.
La economista subrayó la importancia de mantener el equilibrio fiscal y avanzar en reformas que fomenten la inversión a largo plazo, en un país con sectores altamente competitivos pero históricamente cerrado al capital externo. “La estabilidad macroeconómica es clave, y el actual esquema cambiario, combinado con el control del déficit, marca una diferencia con procesos de estabilización previos”, afirmó.
En cuanto al consumo, Castiglioni descartó una caída generalizada, aunque reconoció un cambio en los patrones de gasto. Las ventas de motos, autos y productos durables crecen gracias al retorno del crédito, mientras que el consumo masivo se estabiliza tras años de compras impulsadas por el miedo a la inflación. “La gente ahora compra lo justo y necesario, y con inflación más baja, empieza a comparar precios y diversificar sus compras”, explicó.
El desafío, según Castiglioni, es sostener la baja inflacionaria y el crecimiento económico para recuperar el poder de compra perdido. “Si la inflación sigue cayendo y se percibe como permanente, los salarios podrán ganarle a los precios. Pero eso requiere tiempo y reformas estructurales”, concluyó.
Entrevista de Ahora País
