¿Es buena la humanización de las mascotas?

Las noticias protagonizadas por animales que alertan a sus dueños sobre situaciones de riesgo, plantean interrogantes a diario sobre la humanización de las mascotas en la vida cotidiana y su rol dentro del hogar.

En este marco, la veterinaria Silvia Vai (MP: 5282), especialista en etología clínica canina y felina, explicó a Cadena 3 que esta clase de comportamiento tiene que ver con un aspecto conductual que en el caso de los perros forma parte de su función dentro de la familia.

“El perro es un animal social y forma un grupo. Forma una manada con la familia y una de las funciones es avisar al resto del grupo lo que sucede. Obviamente si ve algo diferente se asusta y alerta a las personas que son sus referentes también”, detalló.

Tiene que ver con la función de protección que es parte y conducta propia de una especie social

¿Se puede hablar con las mascotas?

La especialista asegura que “hay una comunicación no verbal” que con “las neuronas espejos nos damos cuenta de lo que les sucede a las mascotas y ellos conocen lo que nos sucede a nosotros también”.

“Se dan cuenta del estado de ánimo, sabe si estamos contentos o tristes y responden en consecuencia, y nosotros también lo hacemos de esa manera”, indicó.

Relación más humana

Sin embargo, Vai insistió en que debemos saber que la especie que tenemos en frente es diferente. “Lo puedo querer un montón, pero si lo trato como un bebé o una cosa que no es, lo quiero mal”, manifestó.

“Pasa muchas veces que la persona está muy apegada al perro y el perro a la persona, pero es fomentado desde el ser humano”, planteó.

Por caso, ejemplificó que hay personas que no dejan que sus perros se relacionen con otros, lo que es contraproducente y generar patologías de comportamiento como trastornos de ansiedad, e incluso incorporar la agresividad.

“Son animales. No poder ser perros o gastos no les hace bien”, subrayó.

Cuidados

La peluquería como un factor estético, con un exceso de perfume que cambie los olores de las mascotas puede afectar la comunicación interespecie, señaló Vai. 

“Ellos se huelen la cola porque ahí está el DNI, les da estado biológico, jerárquico y animal, y si alteramos esos olores alteramos la comunicación con otros perros”, advirtió.

En cuanto a los abrigos, si el animal está en el interior de un domicilio con calefacción central constante va a necesitar algo al salir para poder regular su temperatura corporal.

Y recordó que perros y gatos son parte de la familia y conllevan responsabilidad: “No está bien el perro que está en el fondo y sin contacto, ni tampoco el perro que le abro la puerta y sale a pasear solo y no sé si genera conflictos con vecinos, no sé qué come, o ensucia la casa de otros”.

“Un perro no tiene ciertas capacidades y no va a poder prever que si cruza la calle un auto lo va a pisar, para eso tiene que estar la persona, para controlarlos”, enfatizó.

En ese sentido, remarcó que si son parte de la familia hay que brindarles todo lo que necesitan y cuidarlos.

Adopción responsable

Finalmente, la veterinaria puso énfasis en la adopción responsable. “Uno tiene que pensar para qué lo voy a incorporar a mi casa y cuál va a ser su función”, explicó.

“Tengo que pensar antes de traer un animal qué edad tengo, porque si soy mayor, el perro vive 15 años y si no lo voy a poder cuidar todo ese tiempo tengo que ocuparme de que alguien se haga cargo”, señaló.

Hay que evaluar la cantidad de dinero que demandará hacerse cargo de todas las cosas que necesitan: pensar su tamaño, si precisa peluquería, la clase de alimento que sea de buena calidad para que se enferme lo menos posible, y otros gastos, aconsejó Vai.

“Es un miembro más que me va a dar siempre gastos”, concluyó.

Entrevista de Una Mañana para Todos.

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