Emocionante: así es la película del histórico rescate en las cuevas de Tailandia

Por Francisco Vidal

Una explosión en Egipto. Un atentado en Siria. Un avión que cae en Corea. Hechos como esos, por distintas razones, no movilizan las redacciones y los canales de noticias en Occidente. Ni siquiera nos afectan como creemos que deberían. Pero hay otros sucesos que, por más que ocurran lejos, tocan el corazón de todo el mundo. 

Y eso pasó con el equipo de fútbol infantil que en 2018 quedó atrapado por dos semanas en una cueva al norte de Tailandia que se inundó, historia que recupera la nueva película "13 vidas" (disponible en Amazon Prime Video), del actor y director estadounidense Ron Howard (ganador del Oscar por "Una mente brillante") protagonizada por Viggo Mortensen, Colin Farrell y Joel Edgerton.

La historia es conocida: luego de un partido de fútbol, 12 niños y su entrenador deciden visitar las cuevas turísticas de Tham Luang, en la provincia de Chiang Rai, antes de ir a festejar el cumpleaños de uno. Pero las lluvias torrenciales de la época los dejan atrapados en un lugar que será casi inalcanzable para sus rescatistas. 

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Con un gran reflejo de las costumbres locales y algunos paisajes que deslumbran, la película ofrece una visión por momentos claustrofóbica y dinámica de todo el proceso de rescate. Los buzos y su visión en primera persona, las familias de los chicos -de lo que se ve poco-, la comunidad local, la respuesta de las autoridades de la zona y la cobertura periodística internacional.

Mortensen y Farrell interpretan a los buzos británicos Richard Stanton y John Volanthen, dos veteranos con más de 30 años de experiencia en este tipo de terrenos. Juntos hacen una gran dupla, que es por momentos entrañable. El primero es solitario y amargamente realista, mientras que el segundo es un poco más pasional. Juntos aportarán las claves para enfrentar una ardua carrera contra el tiempo: el oxígeno baja y la cueva se inunda cada vez más.  

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La tensión por la llegada de extranjeros, las decisiones que pueden costar vidas en momentos de crisis y la impotencia se combinan en un relato que no acude a un suspenso fácil y abusivo, algo tentador en esta clase de historias.

Otro punto a destacar es que el eje de la trama escrita por William Nicholson (también guionista de Gladiador) no está en la llegada de extranjeros como clave de salvación, sino que son una pieza más en este inmenso trabajo en comunidad que se dio.

Más allá de jugar con algunas reglas clásicas del cine catástrofe, el director de películas del estilo como "Apolo 13" (1995) es sutil en el buen sentido a la hora de emocionar y se centra sólo en los momentos claves de un hecho que quedó en la historia.