Rodrigo De la Serna y el papel más exigente de su carrera en "El Rapto": "Es la mejor película que hice"

Fran Vidal

Rodrigo de la Serna reconoce en diálogo con Cadena 3 que acaba de estrenar lo que considera la mejor película en la que trabajó. Habla de "El Rapto", film de Daniela Goggi que llegó a los cines y el 3 de noviembre estrena en la plataforma Paramount+.

Engordó ocho kilos para ponerse en el cuerpo y la cabeza de Julio Levy, un hombre que tiene que enfrentar el tormento del secuestro de su hermano cuando con su familia regresa del exilio con el regreso de la democracia. Al frente de la compañía financiera familiar y con una militancia comunista le trae contradicciones, tiene que ponerse al frente de la negociación por su hermano.

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"Es lisa y llanamente una joya del cine argentino. Un thriller psicopolítico que tiene un pulso narrativo impecable, sobrio y elegante", expresó a Cadena 3 durante su visita a la capital cordobesa por el Festival de Cine de Córdoba, donde participó de una charla.

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Y subrayó sobre la película en la que también actúan Julieta Zylberberg y Jorge Marrale: "Cuando una película te hace reflexionar a nivel social, personal y humano, y no te suelta desde el primer fotograma hasta el último, es porque es una joya. Por eso es la mejor película en la que trabajé".

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Además del cambio físico y de tener que fumar muchísimo en el rodaje, también fue un desafío emocional: "Toca fibras muy sensibles, a mí me tocó vivir esos años, vi sufrir a mi padre mucho. Todo el peso de ese momento histórico y esa familia se nota en su cuerpo, eso ya te desafía muchísimo".

"Es una tragedia, una película muy dura, la crónica del ocaso de un hombre. Encarnar eso tiene su costo emocional, no solo físico", dijo sobre un film en el que la intimidad familiar tiene una fuerte fragilidad y donde irrumpe el suspenso en un contexto de instituciones tomadas por servicios de inteligencia.

Para De la Serna, su personaje representa a una generación golpeada por la historia Argentina y por sus crisis políticas y económicas.

Consultado por la capacidad del cine para pensar nuestro pasado y también nuestro presente, respondió: "Hay un doble compromiso con lo artístico excelentemente ejecutado y con lo histórico. Como trabajadores de la cultura, si podemos invitar a la reflexión sobre estos años, es tarea cumplida".