¿Quién es quien en la Guerra de Medio Oriente?

¿Qué son los territorios palestinos?

Se llama así a los territorios de Cisjordania (al oeste de Israel) y la Franja de Gaza (este del Estado judío).

Los territorios palestinos son gobernados por dos grupos políticos diferentes: en Cisjordania (al este de Israel) gobierna Al Fatah, el partido secular del histórico líder de la Organización para la Liberación de Palestina Yasser Arafat, liderado ahora por Mahmud Abbas; en la Franja de Gaza (al oeste de Israel) lo hace Hamas desde 2007.

Cisjordania es la zona que se encuentra entre el río Jordán y el reino de Jordania, Unos 3.000.000 de palestinos viven allí. Está parcialmente ocupada por Israel, país que ha instalado 164 poblaciones (asentamientos) en lo que la ONU estableció en 1947 que debería ser el Estado palestino.

Si bien esas tierras fueron tomadas luego de la Guerra de los Seis Días con la intención de negociar con los palestinos, Israel nunca las dejó.

En los Acuerdos de Oslo, Israel propuso que el futuro Estado palestino conservara algunas de esas poblaciones israelíes en su interior, con rutas que las conectarían entre sí.

La idea resultó inaceptable para la AP. La existencia de esas poblaciones con un total de más de 600.000 habitantes israelíes hace prácticamente imposible todo acuerdo de paz.

Las relaciones entre Cisjordania e Israel son menos agresivas que entre Gaza y el Estado judío. Palestinos de distintas poblaciones árabes pasan a Israel a trabajar todos los días. Periódicamente, sin embargo, crece la tensión y estalla la violencia entre los colonos israelíes y grupos palestinos.

Gaza mide unos 40 kilómetros de largo por 10 de ancho y tiene 2.300.000 habitantes, lo que resulta en uno de los mayores índices de densidad poblacional del mundo. Igualmente alta es la tasa de crecimiento demográfico, pero los servicios básicos son pobres e ineficientes. La población se concentra en la ciudad de Gaza y en ocho enormes campos de refugiados asistidos por las Naciones Unidas. Tres cuartas partes de su territorio es cultivable y de hecho Gaza exporta cítricos a Europa. Egipto e Israel controlan las exportaciones. Debido al alto desempleo, muchos ciudadanos gazatíes trabajan en Israel en tiempos de paz. Para cruzar la frontera deben pasar estrictos controles y no se les permite pasar la noche en Israel. Esos movimientos están suspendidos.

En ambos territorios se producen constantes violaciones a los derechos humanos por las que son denunciadas tanto por las fuerzas de ocupación israelíes como por las propias autoridades palestinas. Las detenciones arbitrarias y la tortura son habituales, como también la represión a manifestaciones opositoras. Amnesty International tiene registro de varias desapariciones forzadas tanto en Cisjordania como en Gaza. En la Franja se aplica la pena de muerte (en 2022 se registraron cinco ejecuciones).

Israel retiró sus asentamientos en Gaza en 2005 de forma unilateral, pero mantiene sanciones sobre el territorio desde 2007 (al igual que Egipto) a raíz de los continuos ataques de Hamas contra el sur del país.

Para eludir el bloqueo terrestre, aéreo y marítimo, existen decenas de túneles que cruzan de Gaza a Egipto. Por allí circulan personas, combustible, mercaderías y armas. También existen túneles en el interior de la Franja que no conectan con los países vecinos sino que sirven a Hamas para esconderse y almacenar sus arsenales. Un tercer tipo de túneles atravesaba la frontera con Israel y se usaban para cometer atentados, pero Israel los destruyó.

El bloqueo se modera o acentúa según el momento político y las negociaciones diplomáticas.

Egipto mantiene desde hace años cerrado el paso de Rafah por dos motivos: por un lado, porque teme un éxodo masivo de palestinos que implicaría un costo muy alto para el país. Por otro lado, teme por la seguridad de una zona que ha sido escenario de violentos choques con Al Qaeda.

¿Qué es Hamas?

Hamas (sigla de Movimiento de Resistencia Islámica) tuvo su origen en 1987 como un desprendimiento del grupo Hermanos Musulmanes.

Sus objetivos eran dos: la lucha armada para eliminar a Israel y la asistencia social a los habitantes de Gaza.

Contrariamente a lo que establecía la OLP y Al Fatah, Hamas no reconoce al Estado de Israel, pero hace unos años indicó que sí aceptaría un Estado palestino con las fronteras de 1967, lo que implica una contradicción con su objetivo vital.

Cuenta con el apoyo de países árabes e islámicos, principalmente Irán, pero también de otros menos radicalizados como Qatar.

El accionar de Hamas se divide en dos áreas:

1. Asistencia social a la enorme cantidad de personas en situación de pobreza en la Franja. Eso le valió una popularidad que lo llevó a ganar las elecciones parlamentarias de enero de 2006. En junio de 2007, y tras un cruento enfrentamiento con Al Fatah, Hamas se quedó con todo el poder en la Franja.

2. Ataques armados a territorio israelí.

La situación socioeconómica en la Franja históricamente fue desesperante debido a la situación de guerra y bloqueo por parte de Israel y Egipto. Allí es donde se hacen fuertes estos extremistas que brindan a la población necesitada alimentos y medicamentos acompañados de un fuerte adoctrinamiento en el odio a Israel e invitaciones a participar en una guerra santa. Los gazatíes civiles, hombres, mujeres y niños, jóvenes o mayores, son los escudos humanos de Hamas.

Los extremistas militantes junto con la Jihad Islámica, fueron los autores de la mayoría de los atentados suicidas que se perpetraron en Israel en los últimos años.

En los ‘90, las máximas autoridades de Hamas vivían en Jordania, de donde fueron expulsados. Pasaron por Siria y hoy están en Qatar.

¿Cómo se financia Hamas?

La organización islamista recibe financiamiento principalmente de Irán, Qatar y otros países árabes y musulmanes. Aprovechan también la ayuda internacional destinada a la población civil, que frecuentemente es desviada para fines bélicos o mera corrupción. Solamente Qatar envió a Gaza 400 millones de dólares entre 2018 y 2021.

También especula con criptomonedas, aunque en menor medida porque las operaciones son rastreables y algunas han dado pérdidas.

Una curiosidad que habla de la complejidad de este conflicto: la ayuda de Qatar a Gaza pasa por la ONU e Israel. Un cable de Reuters señaló recientemente, “los fondos se transfieren electrónicamente desde Qatar a Israel. Funcionarios israelíes y de la ONU transportan dinero en efectivo por la frontera hasta Gaza. El dinero se distribuye directamente a familias necesitadas y funcionarios públicos en Gaza. Cada familia o individuo debe firmar un recibo; una copia de esa hoja va a Israel, otra a la ONU y otra a Qatar”.

¿Qué es Hizbollah?

Hizbollah, o Partido de Dios, es una agrupación islamista originada en la comunidad chiíta de El Líbano.

La agrupación surge en 1982 y tenía como objetivo luchar contra la ocupación de una zona al sur del país árabe que Israel había tomado para contrarrestar los ataques que le llegaban desde allí. Tras la expulsión de las tropas judías de El Líbano la idea era erigir una república islámica allí. Desde su origen fue inspirada, sostenida y financiada por Irán y Siria.

Al poco tiempo de su creación diversificó sus objetivos para atacar también a libaneses y extranjeros a los que veían como contrarios a sus intereses y que se oponían a la influencia siria en el país. Posteriormente avanzó hasta reclamar formar parte del gobierno libanés.

Al igual que Hamas, su popularidad está basada en la ayuda social que brinda a la población libanesa más pobre, al igual que a los refugiados.

Hizbollah realizó dos ataques en los últimos días desde El Líbano hacia Israel y amenaza con más acciones.

¿Qué es la Jihad Islámica?

Al igual que Hamas, otra milicia derivada de los Hermanos Musulmanes, pero de un carácter estrictamente militar. Hamas, en cambio, cuenta también con una base de asistencialismo comunitario y una estructura política.

Ambas milicias son financiadas y sostenidas por Irán, entre otros, pero difieren en cuestiones estratégicas. Coinciden en su objetivo principal: destruir al Estado de Israel.

¿Cuál es el rol de Irán en el conflicto?

Irán, país mayoritariamente persa (no árabe) es una teocracia. Los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial son supervisados por el Consejo de Guardianes formado por clérigos chiítas que imponen la ley islámica.

Irán patrocina a grupos extremistas islámicos antiisraelíes tanto chiítas como sunitas en El Líbano y los territorios ocupados, particularmente a Hamas y Hizbollah.

El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian, dijo que no se permitirá a Israel actuar en la Franja de Gaza sin consecuencias y advirtió sobre "medidas preventivas".

El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian.

¿Cuáles son las cuestiones que obstaculizan los acuerdos?

1. El derecho al regreso: con 9.700.000 habitantes y una densidad poblacional de 424 habitantes por kilómetro cuadrado, Israel es uno de los países más densamente poblados del mundo. Del total de sus habitantes, 7.106 000 (73,6%) de los ciudadanos de Israel son judíos, 2.037.000 millones (21,1%) son árabes y 513.000 (5,3%) tienen otros orígenes y religiones.

Los árabes israelíes son descendientes de los palestinos que no se fueron con la creación del Estado judío y tienen ciudadanía israelí. Pueden votar y ser candidatos a la Kneset (Parlamento). Pero lo que realmente es un obstáculo para avanzar en los acuerdos de paz es el llamado “derecho al retorno” que reclaman los palestinos para que todo aquel árabe nacido en la Palestina histórica antes de 1948 y sus descendientes puedan regresar a su lugar de origen. El problema es que según la UNRWA, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, no son menos de 5.900.000 palestinos que viven como refugiados en campamentos en los territorios ocupados, Líbano, Siria y Jordania desde hace 70 años. De los 2.000.000 de habitantes de Gaza, 1.500.000 son refugiados y dependen de la ayuda humanitaria. Si sumamos aquellos palestinos y descendientes que no son refugiados y viven en otros países, la cifra de personas con potencial derecho al regreso no sería menor a 7.000.000. Se ve materialmente muy difícil. Sin embargo, los palestinos no cejan en su reclamo. El hecho de que a los refugiados en El Líbano no se les otorgue la ciudadanía de ese país y se los mantenga como apátridas obedece a la necesidad de la dirigencia palestina más intransigente de mantener vivo el conflicto a través de este reclamo.

2. El levantamiento de los asentamientos judíos en los territorios ocupados: 

Israel comenzó en 1967, después de la Guerra de los Seis Días una política de población de los territorios tomados a los palestinos. Pequeños asentamientos de agricultores se fueron convirtiendo con el correr del tiempo en verdaderas ciudades. Las organizaciones palestinas reclaman el levantamiento de todos esos asentamientos, pero hasta ahora Israel sólo se retiró unilateralmente en 2005 de Gaza, donde ya no quedan más poblaciones judías. En Cisjordania, en cambio, la situación es diferente. Más de 160.000 israelíes viven en 140 asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Oriental. Los habitantes de estas poblaciones son desde personas que se benefician de los subsidios económicos que da Israel para quienes quieren instalarse allí, hasta fanáticos religiosos que consideran estar en tierras bíblicas.

Estos asentamientos se vinculan entre sí por rutas fuertemente controladas por Israel. Los palestinos denuncian que la presencia de los poblados quiebra el territorio y lo fragmenta, y que un Estado con ciudades y rutas de un vecino en su interior impide la soberanía. El actual primer ministro israelí se ha mostrado inflexible sobre este tema y aseguró que nunca levantará los asentamientos.

La Convención de Ginebra establece que una potencia triunfante en una guerra no tiene derecho a poblar territorio ocupado, pero Israel asegura que esa convención no se aplica en este caso porque las tierras ganadas en la guerra no pertenecían a un Estado soberano.

3. El estatus de Jerusalén

Mientras los palestinos reclaman Jerusalén Oriental, donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa, lugar en el que la tradición indica que Mahoma ascendió al cielo, Israel ha declarado que la ciudad es su capital indivisible y eterna y no la cederá. La anexión israelí de Jerusalén se produjo en 1980 y fue condenada internacionalmente. Sin embargo, el expresidente estadounidense Donald Trump ordenó mudar la embajada de su país desde Tel Aviv a Jerusalén en una maniobra igualmente criticada.

4. Las fronteras:

Para un acuerdo, los palestinos reclaman que Israel se retire a las fronteras previas a la Guerra de los Seis Días de 1967. Esto implica el levantamiento de todos los asentamientos y la devolución de tierras que Israel hace casi 60 años considera como propias. Ningún gobierno israelí accedió a este reclamo.