El emblemático "mirador" del Coniferal en el Parque Sarmiento

Cuando la tarde cae sobre la ciudad, cientos, con zapatillas y ropas deportivas llegan a la escalera. La misma escalera en la que Daniel Moyano eligió para comenzar su novela “Una luz muy lejana” en 1966, “Desde los bordes, adonde le gustaba ir y sentarse durante horas para mirar, la ciudad parecía distinta”.

Hoy es un rincón turístico de Córdoba donde se pueden obtener hermosas fotografías de la ciudad desde la parte alta del "Coniferal".

A finales de mayo de 1939, se termina de construir lo que el arquitecto Carlos Thays diseñó para unir al barrio moderno de Nueva Córdoba y el parque público y europeo, Sarmiento, toma el nombre de Coniferal por las 500 Coníferas (especie de pinos) que originariamente estaban plantadas a su alrededor. 

Esa escalera comparte con algunos edificios a lo largo y ancho del mundo la cifra: 121 escalones. Los 121 peldaños del Coniferal se erigen como el mirador del Parque Sarmiento. En otra época, desde su cumbre podía verse el río, la Plaza San Martín con el Prócer apuntando con su mano a la cordillera de los Andes e incluso, dicen, La Cañada.

En el cul de sac que corona la parte superior de las escalinatas, donado por el Gobierno de Uruguay en 1955 y como una manera de juntar a los Caudillos de ambas costas del Río de la Plata, se levanta a una estatua de José Gervasio Artigas.

Según los testimonio de la época, previo a la monumental escalera, ese sector era una "sucia hondonada y barranca de indecencias". Hoy se ha convertido en un referente de la ciudad, destacado por su valor turístico y mirador "natural" de una hermosa parte de Córdoba.

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