Silvina Luna: una década de lucha contra las secuelas de una mala praxis y un pedido claro después de su muerte

Eugenia Iérmoli

Silvina Luna falleció después de casi 80 días de internación en el Hospital Italiano, debido a complicaciones médicas derivadas de una cirugía estética que se sometió hace una década. La triste noticia fue confirmada por la Asociación Argentina de Actores y Actrices y el abogado Fernando Burlando, a partir de una decisión de su hermano, quien la acompañó en todo el proceso.

En Viva la Radio por Cadena 3 Rosario, Eugenia Iermoli repasó el triste desenlace, “un final anunciado” para la rosarina que saltara a la fama luego de su estelar participación en una de las primeras ediciones del reality Gran Hermano.

Una lucha desgarradora

Silvina Luna, quien se encontraba ingresada en el Hospital Italiano, perdió la batalla contra una enfermedad renal crónica que surgió como consecuencia de una cirugía estética realizada años atrás. La modelo había sido intervenida por el cirujano Aníbal Lotocki, quien en aquel entonces no era cirujano plástico. A pesar de la mala praxis ejercida, Lotocki continuó ejerciendo hasta hace semanas, cuando finalmente fue inhabilitado tras una prolongada lucha judicial (algo que apeló y hasta hace no mucho hacía que figuren turnos en su clínica).

El hermano de Silvina Luna, quien la acompañó incansablemente durante su enfermedad y sus secuelas, tomó la dolorosa decisión de desconectarla después de meses de intensos tratamientos y cuidados médicos. Durante su tiempo en el hospital, Luna logró pasar de la intubación en la sala de cuidados intensivos a una sala intermedia, donde pudo mantener un contacto más cercano con sus seres queridos. Sin embargo, su cuerpo finalmente dejó de responder, y anoche fue nuevamente intubada, llevando a la trágica determinación de desconectarla.

Una década de sufrimiento

La vida de Silvina Luna cambió drásticamente hace diez años, cuando decidió someterse a una cirugía estética con el objetivo de cumplir con los estándares de belleza impuestos por la sociedad y la industria del entretenimiento. La operación fue realizada por Aníbal Lotocki, quien le inyectó metacrilato, una sustancia que resultaría en consecuencias fatales a largo plazo. A medida que pasaba el tiempo, Luna comenzó a experimentar los efectos devastadores de esta mala praxis, sintiendo el deterioro en su salud y apariencia física.

La lucha por la justicia y el cambio

A pesar de su lucha personal y su intento de expresar el dolor y la transformación a través de un libro, Luna no fue la única víctima de las prácticas irresponsables de Lotocki. Durante años, el cirujano operó a numerosas personas, dejando un rastro de consecuencias devastadoras.

La historia de Silvina Luna refleja la presión que muchas personas sienten para cumplir con los estándares de belleza, aunque la industria de la cirugía estética ha avanzado en términos de seguridad y regulación, casos como el de Luna reflejan la importancia de investigar y elegir cuidadosamente a los profesionales de la salud.

Conmoción 

El fallecimiento de Silvina Luna impactó profundamente en el mundo del entretenimiento argentino, al tiempo que desencadenó un llamado claro y contundente a la justicia. Mariano Caprarola, fallecido días atrás, también había alzado la voz exigiendo que se haga responsable a aquellos profesionales que ponen en riesgo la vida y la salud de sus pacientes en busca de la perfección estética. “Me inyectó veneno”, había dicho sobre quien consideraba su amigo, Lotocki.

Indignación, reclamo, pedido de justicia por Luna, Caprarola y por toda la gente operada en ese contexto, son algunas de las sensaciones presentes con más fuerzas en las redes sociales y el mundo del espectáculo en estas horas.

Informe de Eugenia Iermoli.