La crítica de Enrique Piñeyro a la maniobra del avión presidencial: "Estuvo cerca de una catástrofe"

El pasado jueves, el Boeing 757- 256, nuevo avión presidencial adquirido por el Gobierno nacional por 25 millones de dólares, ha sido el protagonista de una extraña maniobra de aterrizaje en el aeropuerto metropolitano Jorge Newbery. El incidente, que afortunadamente no tuvo consecuencias graves, ha dejado en vilo a la comunidad aeronáutica y a la opinión pública.

Enrique Piñeyro, piloto y director de cine, decidió a través de un hilo en Twitter expresar sus preocupaciones acerca de este evento: “Las pasadas se hacen y los pilotos las disfrutamos mucho. Pero deben respetarse muchas condiciones para que no se transformen en maniobras muy peligrosas como esta”.

El Boeing 757 aterrizó a las 17.24 y un video que rápidamente se volvió viral evidenció la maniobra inusual que realizaron los pilotos para poder aterrizar y evitar mayores inconvenientes.

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Esta situación evocó recuerdos de un incidente similar ocurrido con una nave de Flybondi, que fue desestabilizada por un viento cruzado mientras se preparaba para aterrizar.

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Piñeyro continuó detallando en su hilo de Twitter las condiciones que, en su opinión, deberían haberse respetado para evitar este tipo de maniobras peligrosas. Cuestionó aspectos como la falta de experiencia de los pilotos con el tipo de avión, la complicada meteorología del día, la posible confusión de la computadora de a bordo y la maniobra realizada para salir de la pasada.

"Se arregla de antemano con los controles y todo el mundo está avisado. En este caso, se lo pidieron a último minuto a Aeroparque generando una disrupción de tráfico importante", explicó Piñeyro. También señaló el impacto que tuvo la maniobra sobre otros aviones y sobre los controladores de tráfico aéreo, añadiendo que "no les importó en lo más mínimo las demoras que le generaron a otros aviones".

Piñeyro concluyó su hilo advirtiendo sobre las consecuencias potencialmente catastróficas de las acciones de estos pilotos. “Estuvieron a punto de provocar una catástrofe por partida doble… El 757 es uno de los aviones que más estela turbulenta deja detrás de sí y los aviones más pequeños que operan en SF son particularmente vulnerables a ella. Ha habido accidentes por esta causa”.

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