Edgardo Grosso, el vicegobernador de la eterna sonrisa

Por Sergio Suppo

Protagonista de la restauración de la democracia, dos veces vicegobernador de Córdoba, murió Edgardo Roger Miguel Grosso, un dirigente que hizo de la sencillez y una permanente sonrisa su sello distintivo.

“Chiche”, tal su apelativo con el que todos lo llamaron siempre, era un hombre recto y honrado, de un trato cordial que le permitió dialogar con amigos y adversarios. Como en otros tiempos de la política argentina hizo su carrera peldaño a peldaño desde su pueblo de toda la vida, General Cabrera, donde falleció a los 88 años. Había nacido en 1933 y militaba en la Unión Cívica Radical desde muy joven.

Abogado de profesión, conoció en sus años estudiantiles a Eduardo Angeloz, con quien alcanzaría su proyección política definitiva.

Grosso fue intendente de General Cabrera entre 1963 y 1966, durante los años de la presidencia de Arturo Illia, de quien se consideraba discípulo. En 1973 fue senador provincial hasta el golpe de 1976.

Frente al final de la dictadura, Grosso protagonizó el relanzamiento de la Línea Córdoba, el sector interno mayoritario del radicalismo cordobés que hizo una alianza con Raúl Alfonsín, quien llevó como candidato a vicepresidente al exintendente de Córdoba, Víctor Martínez.

Angeloz, líder del radicalismo provincial, fue en busca de Grosso para completa la fórmula para la gobernación. “Chiche” ocupó el segundo lugar del binomio que venció por amplio margen a los peronistas Raúl Bercovich Rodríguez y Alejo Simó.

Al final del primer mandato de Angeloz, Grosso fue elegido por la Legislatura como senador nacional y ocupó esa banca por cuatro años, para ser nominado candidato a vicegobernador de Angeloz en su tercer y controvertido mandato consecutivo. También entre 1987 y 1990 fue en presidente del Comité Provincia de la UCR.

En 1995, cuando Angeloz decidió respaldar la postulación a gobernador del exintendente Ramón Mestre, Grosso debió resignar su aspiración a ser gobernador, que volvió a exponer cuatro años más tarde al enfrentar a Mestre y lograr un respaldo en una interna partidaria que fue un anticipo de la derrota que el entonces gobernador sufriría a fines de 1998 a manos de José Manuel de la Sota.

Grosso ocuparía una banca de diputado nacional entre 1999 y 2003 y aunque ya no ejerció cargos públicos nunca se retiró por completo de la política. En sus últimos años era frecuente que recibiera a militantes radicales en General Cabrera, al tiempo que escribía artículos de opinión en diversas publicaciones.

Los restos de Grosso serán sepultados este martes a las 16 en el cementerio de General Cabrera luego de ser velados hasta esa hora en COPESP Servicio Sociales, San Martín 142.

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