El cine polaco incursiona con éxito en la comedia policial

Por María Rosa Beltramo

A mitad de camino entre el policial y la comedia , “¿Quién mató a W?" -disponible en Netflix- es una nueva producción polaca entretenida para los que no se toman demasiado a pecho el costado dramático y les gusta ese tono casi festivo que rodea a episodios criminales cuando lo único que importa es cierta habilidad de cualquiera de los protagonistas para aclarar lo que, al principio, adquiere la estructura de un acertijo.

En este caso, la elegida para esclarecer el homicidio de Werónica, (la de la W del título) un ama de casa ignorada por un marido insoportable que, además, le impide trabajar fuera de los límites del hogar y le exige dedicación full time a él y a sus dos niñas. Magda (Anna Smolowik) tiene un olfato especialmente entrenado para resolver asuntos policiales por su fanatismo por las novelas de Agatha Christie.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Y como su condición de atenta lectora puede resultar insuficiente para transformarla en investigadora avezada, se codea con un jefe policial, Sikora (Pawel Domagala), un ex compañerito de la primaria que nadie sabe cómo pudo haber llegado a ocupar el cargo de detective porque en toda la historia se revela como totalmente incapaz de comprender los casos que le adjudican y si no fuera porque Magda lo sigue a todas partes y le explica lo que está sucediendo, continuaría en una especie de realidad paralela.

/Inicio Código Embebido//Fin Código Embebido/

Está claro que al director Piotr Mularuk lo tuvo sin cuidado la verosimilitud de la narración porque lo que buscaba es el paso de comedia entre esa mujer que vive pendiente de la dieta que inició el marido pero tiene tiempo para guiar una investigación y un policía que está al frente de la pesquisa sin la menor idea de nada.

“¿Quién Mató a W?” está basada en la novela de la escritora Katarzyna Gacek, quien junto al realizador del filme también participó en el guión. La aparición del cuerpo sin vida de una joven mujer en el parque donde la protagonista sale a pasear al perro es el incidente que los tendrá a todos preocupados y que le permitirá a Magda estrenarse como investigadora tras descubrir que la víctima está relacionada con su adolescencia.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Mientras la callada ama de casa descubre los detalles imprescindibles para que su ex condiscípulo pueda avanzar en la causa, la sigue pasando mal junto a un marido que jamás se percata de su estado de ánimo, la trata como si fuera una empleada poco inteligente y continúa negándose a que ella trabaje en la veterinaria de un conocido.

Y aunque se pliega a los deseos del marido, se las ingenia para estar siempre un paso adelante en los escenarios que tiene que visitar su amigo Sikora, en quien el guión parece haber depositado la reserva humorística de la película al punto de que participa del almuerzo posterior a un sepelio, se le va la mano en la ingesta alcohólica y termina brindando por la salud de la muerta.

El tono general del filme es el indicado para los que disfrutan de esos policiales ligeros donde los crímenes son sólo una excusa para descubrir la sabiduría de alguno de los protagonistas. La buena de Magda hasta tiene tiempo, en medio de dos homicidios, para advertir que Tomasz (Przemyslaw Stippa), su media naranja, no sólo la maltrata en casa sino que la traiciona fuera de ella.