La hora de los depredadores

Por Chema Forte

Leer estos días, en Argentina, el último ensayo de Giuliano de Empoli, La hora de los depredadores (Seix Barral, 2025) ha sido demoledor porque "ya no son los dirigentes de la antigua periferia los que tratan de parecerse a los nuestros, sino que más bien son los dirigentes occidentales quienes adoptan rasgos alógenos”. Y así es como define a la renovada política mundial, nada muy distinto de la sentencia "La política es el delicado arte de conseguir votos de los pobres y fondos de campaña de los ricos", del alemán Oscar Ameringer, impulsor del Partido Socialista en los Estados Unidos y que ya a principios del Siglo XX sabía que el trabajo político consiste en "prometer a todos lo imposible".

Pero la política debe ser el arte de lo posible, el instrumento que nos permite mejorar nuestras sociedades, cada uno con sus particularidades. Por poner un ejemplo cercano, Sabina Frederic, aludió a un país próspero y seguro para defenderse, como buena ciudadana con pasaporte francés, ante una pregunta sobre la inseguridad. Para la ministra de Seguridad de la Nación del anterior gobierno, no habría motivo para emigrar del país para dejar de sentir miedo o de sufrir actos de inseguridad porque "Suiza es más tranquilo, pero más aburrido".

Pero regresemos al ensayo de Empoli, porque tras la antesala del 7 de septiembre (día del naufragio del gobierno de Javier Milei tras el sufragio en la provincia de Buenos Aires) estamos a un paso de las legislativas del domingo 26 de octubre, inmersos en una campaña electoral que -hasta la fecha- ofrece grandes novedades. Asegura este sociólogo y asesor político italosuizo de alto vuelo que "hoy, todo es distinto. En lo que concierne a los procedimientos de comunicación política y de propaganda, la trayectoria de la innovación se ha invertido. La novedad ya no circula en una sola dirección, del centro a la periferia, como sucedía antes. Ahora, lo más frecuente es que provenga de lugares improbables o que sea puesta a prueba en la periferia antes de imponerse en el centro".

Habla en su ensayo del trabajo de los servicios secretos, de los ejércitos de troles y de dinámicas perversas de internet, señores de la guerra digital y sus milicias. "Hoy, no se trata ya solo de técnicas de comunicación, sino de gritos de guerra, de contenidos y programas que circulan con fluidez de los seminarios del Danube Institute de Budapest a las conferencias NatCon, de Miami a Buenos Aires".

Y ya que nos trae a la Argentina, Empoli emparenta las políticas de Donald Trump con las de Javier Milei, con sus motosierras y sus mensajes directos para que quede bien definida la frontera entre nosotros y ellos. Y también hay para el otro lado de los carteles, porque la propaganda política no es un juego de niños y si estamos en una campaña electoral, mucho menos. Una de las conclusiones del libro apunta a la importancia del momento. En esta convocatoria electoral se está jugando mucho más que la elección de un producto o de un servicio, sería interesante saber con claridad que el proceso electoral no es un trámite burocrático sino un momento decisivo en la vida de una sociedad.

Sin embargo, ¿qué encontramos?

Giuliano da Empoli ha sido asesor de primeros ministros y presidentes de gobierno, ha participado en reuniones de la alta política internacional y transitado por los pasillos de las Naciones Unidas, el Kremlim y la Casa Blanca.

En su relato nos presenta una élite de políticos que viven preguntándose cada día si son capaces de acabar con este mundo. Sin embargo, aún queda algo del juego democrático y, cada cierto tiempo, estos seres elegidos deben pasar por las urnas. Y ahí volvemos al barro, los candidatos tienen que volver a la cancha y jugar contra todos. En este marco que se describe, los principales líderes políticos de Argentina afrontan este domingo un reto inédito: ganar sin hacer una sola propuesta de gobierno.

Pero, vamos por partes: "La Libertad Avanza o Argentina retrocede” es la propuesta del oficialismo, “frenar a Milei y defender el futuro” es slogan de Fuerza Patria, el nuevo nombre de una oposición que no repite denominación en lo que llevamos de Siglo XXI. Unos hablan de Kirchnerismo nunca más, otros de Vendepatrias. Unos apelan que "Para votar al colorado, marcá al pelado" y otros utilizan para promocionarse el gol de Maradona en México (1986). Incluso, un hijo de Presidente y ex Embajador en España aparece en un video infantil con el Topo Gigio para atacar al presidente. Es Ricardo Alfonsín.

El domingo se renovarán 130 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados, mientras que en el Senado, 24 de las 72 bancas se someterán a la voluntad popular. La Boleta Única Papel (BUP) es el instrumento de votación en estas elecciones nacionales y fue implementada por primera vez en las legislativas de este año 2025. Son muchos los llamados y serán pocos los elegidos, de momento, como nos cuenta Empoli, en esta campaña hay algunos mensajes de campaña que no pasan el examen, para él el record mundial fue el de un premier australiano, que proponía "Continuidad con cambio".

En estos días, en Argentina podemos ver grandes carteles electorales que nos aseguran que Manes es Manes, Juan es Córdoba o "Paremos el carro a Milei", de Pablo Carro...aunque jugar con los nombres no es recomendable, ni con apellidos ni con lugares, porque La Matanza con la que siempre soñamos no parece el mejor slogan para ganar una elección en paz.

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