La gran sequía deja al desnudo tesoros invaluables en distintas partes del mundo

El problema global de la sequía y el cambio climático dejan al descubierto, cada vez más, diversos tesoros en distintas partes del mundo.

En Europa, la sequía está destapando todo lo que el viejo continente creía enterrado, ya que las altas temperaturas y el clima seco traen grandes consecuencias: los niveles de embalses y ríos cayeron a mínimos históricos y científicos hablan de la sequía más grave en 500 años.

La escasez de agua es crítica y una de las cosas más sorprendentes es cómo a medida que los ríos se secan, se revelan reliquias ocultas durante mucho tiempo bajo el agua, desde campamentos romanos y naufragios de la Segunda Guerra Mundial hasta las famosas "piedras del hambre".

En esa línea, en la ciudad serbia de Prahovo, como consecuencia de la caída del nivel del agua en el río Danubio, quedaron al descubierto 20 buques de la Alemania nazi hundidos durante esa guerra.

En Italia quedó al desnudo una bomba de 450 kilos de la misma guerra, y para detonarla se requirió la evacuación de más de 3 mil personas de sus hogares. Además, se vieron en la superficie los restos de una antigua aldea en el Piamonte, así como también de una barca de carga también hundida en el conflicto bélico y un vehículo militar nazi.

En España, quedó al desnudo un círculo de piedra prehistórico llamado "Stonehenge español", que es un círculo de rocas que se encuentra completamente al aire en el embalse de Valdecañas, Cáceres.

Por su parte, la evaporación del embalse de As Conchas dejó al descubierto una fortaleza romana que data del año 79 d.C. Y en Galicia, la caída de las aguas del embalse de Belesar dejaron ver el poblado sumergido del antiguo Portomarín.

El descubrimiento natural más llamativo, por lo profético que conlleva, son las "piedras del hambre", grabadas en las rocas de los ríos durante sequías anteriores como advertencia a las generaciones futuras de que cuando las piedras están sobre el agua, se aproximan tiempos muy duros.

"Si me ves, entonces llora", dice la frase -traducida- que está plasmada en una roca del río Elba, al norte de República Checa. 

En China, por su parte, que está sufriendo una de las olas de calor más intensas de las últimas seis décadas, emergieron tres estatuas budistas que se encontraban ocultas en las profundidades del río Yangtze, el más grande del país.

Además, informaron que las regiones que dependen del Yangtze tienen que desplegar bombas y cohetes sembradores de nubes debido a que una larga sequía agota los niveles de agua y amenaza los cultivos, y se espera que la ola de calor dure otras dos semanas.

Los tramos medio e inferior del Yangtze se enfrentaron a temperaturas superiores a los 40 grados centígrados durante el último mes, y los expertos culpan a las variaciones inducidas por el cambio climático.

Las aldeas que dependen del agua del lago Poyang en la provincia de Jiangxi, en el centro de China, se vieron obligadas a desplegar bombas para regar los campos de arroz, informaron los medios.

Además, otras regiones también lanzaron sus operaciones de modificación del clima, según informó la agencia Reuters.

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