Dresde, la ciudad alemana donde Putin fue agente de la KGB

Vladimir Putin fue en el pasado un agente de la KGB, la agencia soviética de inteligencia y policía secreta. 

Como integrante de ese comité, al que ingresó en 1975, fue enviado a la ciudad alemana de Dresde durante la Guerra Fría. El líder ruso tenía 33 años y logró ese destino gracias a su dominio del alemán.

Si bien no se conoce mucho sobre sus funciones en ese cargo, su compañero de oficina, Wladimir Usolzew, publicó en el 2015 un libro donde cuenta sobre el trabajo que hacían de amasar información, procesarla y transmitirla a la central. Además, se dedicaban a reclutar espías.

Putin se había instalado con su esposa Liudmila Pútina en un modesto piso de 66 metros cuadrados en la calle Radeberg, que hasta hace poco era visitado por turistas rusos.

La casa donde vivió Putin en la ciudad alemana de Dresde.

Durante esa época, el episodio más conocido se produjo un mes después de la caída del muro de Berlín, el 5 de diciembre de 1989, según rescata La Vanguardia.

Ese día, ciudadanos germanoorientales se concentraron ante las oficinas de la KGB de Dresde. Putin, que era oficial mayor, salió y los amenazó al decirles que, si entraban por la fuerza, iban a abrir fuego. Los manifestantes decidieron marcharse.

Años después, el propio Putin contó que había llamado al Ejército Rojo acuartelado en Dresde para pedir protección, pero le dijeron que no podían hacer nada sin órdenes de Moscú.

Esa noche, el mandatario ruso quemó tantos documentos que el horno no dio abasto y reventó, según aseguró él mismo en un libro-entrevista del 2000.

En marzo de 1990, con la desintegración del régimen de la República Democrática de Alemania en marcha, la familia Putin emprendió el regreso a la URSS.

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Informe de Marcos Calligaris.