La Albertoneta, en reparación constante

Julio Perotti

El viernes planteamos en esta columna que el gabinete de Alberto Fernández estaba otra vez en crisis. Y que, sin duda, era consecuencia de la falta de rumbo, responsabilidad excluyente de las indefiniciones del Presidente y, en menor medida, de sus socios.

Más allá de los recambios en concreto, lo cierto es que modificar nombres no significa reorientar la estrategia y así tratar, al menos tratar, de resolver los problemas.

Es más bien, un gobierno en constante reconfiguración por razones políticas internas: la crisis del Frente de Todos asesta golpes al Gobierno, como nunca fue capaz de hacerlo la oposición.

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¿Qué tenemos hoy? Una alianza “gobernante” partida en tres:

Un Presidente como figura consular y protocolar, que hace cine-debate, pero con un poder político que se degrada cada día más. Y un gabinete que con menor volumen político a medida que pasa el tiempo.

Una vicepresidenta, Cristina Fernández, que se divide entre las causas judiciales que la acechan y Twitter, o sea desde afuera, para marcar tiempos y decisiones que quiere que se tomen. Además de esmerilar ministros, obviamente.

Y un gobierno paralelo y autónomo, el de Sergio Massa, desde el Ministerio de Economía, con medidas de las que Alberto Fernández parece que ni se da por enterado y que a Cristina y a su brazo político, La Cámpora, no les gustan (y se lo hacen saber en público).

Mientras trata de rearmar la Albertoneta, que entra a boxes cada vez más seguido, el Presidente y los pocos funcionarios cercanos que le van quedando desearían que el Mundial arranque mañana mismo.

Confían, seguramente, en que los partidos de la Selección distraigan de los siete puntos de inflación y de la consecuente caída del valor de los salarios.

Lo que no es seguro es que el éxito de Messi y de los muchachos sea suficiente para calmar el enojo que se observa en gran parte de la sociedad.

Un malestar que rebrotará apenas termine el Mundial y que, a la hora de votar el año que viene, sólo va a contribuir a agrandar la grieta.

PD. Se conoció un adelanto de “Para qué”, el nuevo libro de Mauricio Macri. Se trata del capítulo “Segundo tiempo”, en el que detalla lo que un gobierno de Juntos por el Cambio debería hacer. Dos opciones: o es su propia postulación o le marca la cancha al que podría ser el candidato.