El error kirchnerista de abandonar a los patagónicos

Sergio Suppo

Estaba buscando una explicación no sólo a partir de la reflexión, sino haciendo algunas consultas sobre por qué el Gobierno hace lo que hace en la Patagonia argentina y no encuentro respuesta.

El Gobierno ha dejado a merced de lo que pueda hacer la provincia de Río Negro y los demás gobiernos de las provincias patagónicas ante un pequeño grupo que se autodefine mapuche.

Quisiera en este punto hacer una salvedad muy clara: la comunidad mapuche en el sur de Argentina es muy extendida, muy pacífica, muy integrada a la comunidad en general. Por ejemplo, Río Negro tiene el 30% por ciento de habitantes con ascendencia de ese pueblo originario. Después discutamos sirvieron de Chile o sino. Esa es otra cuestión. Son argentinos y están integrados en la comunidad como cada uno de nosotros. Pero hay un grupo que genera un problema que se ha ido agrandando a lo largo del tiempo. Ese problema primero fue desatendido. En segundo lugar, aparecieron algunos lazos, algunos vínculos, algunas relaciones entre sectores del kirchnerismo duro y esas y esos grupúsculos violentos.

Ocurrió durante el gobierno de Macri. Es realmente sorprendente que el actual Gobierno acuse a la oposición de hacer uso político y electoral del conflicto en el sur, cuando sí hubo un una utilización siniestra del caso de Santiago Maldonado, al que presentaron como asesinado por la Gendarmería. Luego se estableció a través de un examen realizado por más de 50 peritos de todas las partes, en un peritaje realizado por la Corte Suprema de Justicia, que Santiago Maldonado desdichadamente murió ahogado en el río Chubut, ahí donde había intentado cruzar a propósito de un despeje de ruta de la Gendarmería Nacional.El caso Maldonado puso al país en alerta sobre un problema que estaban padeciendo hacía tiempo Río Negro, Neuquén y Chubut. Se trata de la ocupación de parques nacionales, esas tierras fiscales que están bajo la responsabilidad y el cuidado del Gobierno nacional. También tomas de tierras provinciales y de particulares que han sido usurpadas, casas atacadas, incendios, atentados, cortes de rutas.

El problema que tratamos de entender es por qué el kirchnerismo hace lo que hace. Desde lo que hemos venido viendo hasta la carta de puño y letra nada menos que del presidente de la Nación diciendo que se tienen que arreglar solo los rionegrinos.

Aquí en Córdoba entendemos bastante lo que significa arreglarse solos. Eso nos ocurrió los días 3 y 4 de diciembre de 2013.La sensación de indefensión que nos dejó aquella huelga policial y los saqueos que siguieron es un recuerdo imborrable y traumático para los cordobeses, que tiene un correlato político. Hay que revisar los resultados electorales posteriores a 2013 para comprobar que el fuerte antikirchnerismo que había en Córdoba se acentuó casi irrevocablemente en la memoria colectiva y popular de los cordobeses, que sintieron cómo el entonces secretario de Seguridad, Sergio Berni, el mismo que ahora se pone del otro lado y dice que son terroristas los terroristas que actúan en el sur, evitó mandar la Gendarmería y la ayuda federal, quizá por orden de la entonces presidenta, Cristina Kirchner.

Otra vez estamos viendo la misma actitud de que ocurran las desgracias y de que quienes las padecen se tengan que hacer cargo sin una ayuda, ni siquiera una palabra de solidaridad.

Sobre esto no hay reales explicaciones, porque todo resulta imposible de justificar por parte del gobierno nacional.

Y no sólo se trata de mandar gendarmes al sur, Se trata de enfocar seriamente el problema y encontrar una solución que no es sólo mandar gendarmes;no es solo ir a despejar las rutas de forma violenta.

Las soluciones de este tipo de conflictos son complejas y necesitan de una solución que registre precisamente esa complejidad y que vayan más allá necesariamente del uso de la fuerza.