Recomendaciones de especialistas para prevenir muertes por monóxido de carbono

Los especialistas alertan sobre el peligro de calefaccionar los hogares utilizando hornallas encendidas durante el invierno. En el último año, se contabilizaron más de 500 casos de intoxicaciones por monóxido de carbono en Argentina.

Ante esta preocupación, noticias Argentinas consultó a un toxicológico y una licenciada en Higiene para abordar esta problemática que se intensifica cada invierno.

Carlos Damin, médico toxicólogo, enfatizó que cada año a partir de mayo, aumentan las intoxicaciones por monóxido de carbono; en algunos casos, se reportan muertes. Según su análisis, “en promedio, hay alrededor de 200 muertes anuales en el país”.

El profesional señaló que durante las olas de frío, “la gente tiende a encerrarse, mantiene las calefacciones encendidas por más tiempo o incluso duerme con ellas encendidas, lo que incrementa los casos”.

El monóxido de carbono, al ser incoloro e inodoro, puede acumularse sin que las personas se percaten, convirtiéndose en una amenaza fatal. “Se adhiere a los glóbulos rojos en lugar del oxígeno, provocando hipoxia y disminución de oxígeno en el organismo, lo que puede llevar a problemas severos como depresión del sistema nervioso, infartos e incluso muerte cerebral,” explicó Damin.

En ese sentido, Silvana Castiglione, licenciada en Higiene y Seguridad, destacó que muchos de los incidentes se deben a errores evitables en los hogares. Entre estos, se incluye el hecho de cubrir rejillas de ventilación o utilizar métodos inadecuados para calefaccionar.

“Durante el invierno, las personas calefaccionan con cualquier material disponible, como braceros, carbón mal encendido o estufas a gas sin mantenimiento,” agregó, subrayando que frecuentemente se carece de la ventilación apropiada.

Referente a un caso relevante en Devoto, donde cinco personas, incluidas una niña de cuatro años, perdieron la vida por intoxicación, Castiglione puntualizó: “Las rejillas de ventilación son imprescindibles. La distribuidora Metrogas las exige. Al ser clausuradas, impiden la ventilación y favorecen la acumulación de monóxido.”

Castiglione también advirtió sobre el uso indebido de aparatos eléctricos, resaltando que “algunas personas utilizan caloventores conectados a regletas no homologadas, lo cual puede desencadenar incendios. Aunque estos dispositivos posean corte automático, no están diseñados para funcionar durante largos períodos de tiempo.”

Finalmente, hizo hincapié en: “No se debe calefaccionar utilizando hornallas, ya que estas cocinas no poseen válvulas de seguridad como las estufas.”

Respecto a los aires acondicionados con modo calor, la experta aclaró que “no producen monóxido de carbono, puesto que no hay combustión de gas, lo que los convierte en una opción más segura.”

Como cierre, Castiglione recomendó instalar detectores de monóxido y gas que cuenten con la homologación correspondiente, además de realizar mantenimientos regulares en los sistemas de calefacción por un gasista matriculado. Tanto Damin como Castiglione coincidieron en que la prevención es crucial, y que en contextos de pobreza energética, el riesgo de estos accidentes aumenta debido a que las personas recurren a métodos peligrosos para calentar sus hogares.

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