Asesinatos y canibalismo: la conmocionante historia real detrás de "Dahmer"

Aclaración: la nota tiene detalles reales que son narrados en la serie "Dahmer"

Las historias de crímenes reales son un éxito asegurado para las plataformas. Y eso es lo que demuestra "Dahmer. Monstruo: la historia real de Jeffrey Dahmer", que se centra en un asesino que mató a más de 17 personas en los ''80 en Estados Unidos.

Ryan Murphy es el encargado de esta nueva producción de Netflix protagonizada por Evan Peters, quien se pone en la piel de "El caníbal de Milwaukee", quien mató con prácticas escalofriantes que incluyeron el canibalismo y la necrofilia.

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Dahmer operó entre 1978 y 1991 en una zona de bares gay de la ciudad de Milwaukee, Wisconsin.  Como se cuenta en la serie, su infancia ya fue complicada por los problemas psiquiátricos de su madre y las peleas que protagonizaba con su padre.

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Una de las formas con las que logró su impunidad fue el racismo y las malas actuaciones de las autoridades. Muchas víctimas, por ser de la comunidad negra, no fueron tomadas en serio. 

Sus inicios. Con 10 años, el pequeño tenía un hobbie: destripar peces y buscar animales atropellados en la ruta para diseccionar.

En la adolescencia, el futuro asesino estudió en Ohio State University, donde cayó en la adicción al alcohol. Abandonó sus estudios y se enlistó en el ejército para ir a Alemania, pero también lo echaron por su alcoholismo.

El comienzo de sus crímenes. Después de regresar a su casa en 1979, fue detenido por acariciar y sacarle fotos a un chico de 13 años, lo que lo llevó a estar detenido 10 meses. 

Luego de salir de la cárcel se instaló con 18 años en un departamento que usó de base para sus masacres y donde finalmente fue detenido años después. 

Cómo actuaba. Su modus operandi era el siguiente: atraía a algún hombre, generalmente afroamericano, y lo llevaba a su casa. Allí lo drogaba y lo estrangulaba. Pero en algunas oportunidades también los desmembraba o hasta les inyectaba ácido.

La serie inicia con el momento de su detención, ya que en 1991 Tracy Edwards logró escapar de la casa. Ahí fue cuando las autoridades encontraron una cabeza en su heladera y un corazón, cráneos, órganos, partes de cuerpos, entre otras abrumadoras pruebas.

Fue el propio criminal el que confesó haberse comido partes de los cuerpos y haber cometido necrofilia. Dahmer recibió hasta 15 cadenas perpetuas pese a haber sido diagnosticado con trastorno límite y esquizotípico de la personalidad y otro psicótico. 

Su muerte. El final de Dahmer también fue violento. Fue asesinado a los 34 años en la cárcel Columbia Correctional Institution en Portage, Wisconsin por otro preso.

Fue el afroamericano Christopher Scarver, quien lo siguió con un recorte de diario que contaba los crímenes de Dahmer en el bolsillo y con poco vigilancia acabó con él en el cuarto de servicio por medio de una barra de gimnasia. Scarver también mató a Jesse Anderson, quien había matado a su mujer. Los dos homicidios fueron vistos en el momento como un ajuste de cuentas racial, porque los dos habían afectado particularmente a la población negra norteamericana.