Protestas vuelven a Bolivia en el contexto de crisis y elecciones próximas

LA PAZ, Bolivia (AP) — La escasez de dólares y el incremento en su precio en el mercado paralelo reavivaron las protestas de comerciantes y transportistas de combustible en Bolivia, en un ambiente de creciente tensión social a meses de las elecciones presidenciales de agosto.

Centenares de comerciantes cerraron sus establecimientos y marcharon por el centro de La Paz exigiendo al presidente Luis Arce que tome medidas inmediatas. "Arce... el pueblo tiene hambre" y "Arce incapaz. ¿Por qué no te vas?", gritaban las manifestantes mientras golpeaban sus ollas vacías con cucharones.

Mercedes Quisbert, líder del sector comerciante que viene vendiendo ropa, alimentos y otros productos, indicó a The Associated Press: "Lo poco que le queda al gobierno en la silla presidencial, que haga algo, estamos en sus manos".

Los comerciantes se declararon en duelo ante la crisis económica, colgando banderas con moños negros y pegando carteles en sus locales que decían: "Duelo por nuestra economía". Mientras tanto, largas filas para conseguir gasolina y diésel regresaron a las calles.

La crisis de divisas en Bolivia comenzó hace dos años, afectando la producción que depende de dólares para importar insumos y maquinaria. En marzo, el gobierno reconoció que la falta de dólares limitó su capacidad para importar combustibles. La empresa estatal importa el 90% del diésel y más del 50% de la gasolina, vendiéndolos con subsidios que superan el 50%.

El combustible se ha convertido en uno de los recursos más escasos, impactando la producción de alimentos y elevando sus precios. Además, el dólar en el mercado negro ha llegado a triplicar su valor respecto al mercado oficial. Quisbert enfatizó: "El dólar (del mercado paralelo) está incontrolable. Ya no hay dólares en los bancos o en el Banco Central".

La imagen del presidente Arce ha sido perjudicada por la crisis y las protestas, y tuvo que renunciar a su candidatura a la reelección, mientras su modelo de gestión estatal es criticado por la oposición. Se acercan las elecciones del 17 de agosto en un clima de tensión social.

En Santa Cruz, una de las organizaciones transportistas más relevantes inició un paro demandando un ajuste en las tarifas que reciben por sus servicios o su pago en dólares. Sin embargo, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, la empresa estatal encargada de contratar los camiones cisterna para importar combustible, minimizó la protesta, afirmando que solo el 10% de las empresas solicitó un aumento de tarifas.

Mientras tanto, el transporte público de La Paz amenazó con bloquear el acceso a Palacio de Gobierno si no se garantiza el suministro de combustible. En Sucre, la capital del país, vecinos y conductores del transporte público marcharon con ollas vacías golpeando con cucharones y pidiendo al gobierno que tome medidas para reducir los precios de los productos.

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