Con los pantalones puestos

Gabriel Rodríguez

Ser arquero, quizá implique ocupar la posición más complicada en el fútbol porque conlleva mucha responsabilidad. Hay quienes afirman que todos los arqueros están locos. ¿Saben por qué? Porque nadie cree posible que una persona se ponga un equipo al hombro y que acepte más reprimendas que felicitaciones.

Carácter, personalidad y presencia, palabras en la precisa definición sobre un arquero de Juan Carlos Olave, con más de 300 batallas en el arco de Belgrano.

“El arquero es la piedra principal para construir un equipo de fútbol, es el que tiene que generar el respaldo, la confianza hacia el resto del equipo y protegido por sus compañeros, pero le toca defender el lugar vulnerable de un equipo de fútbol”, describe.

En el mundo del fútbol se acostumbra a decir que son diferentes, una especie única. Y esa diferencia con el resto de los jugadores de campo se vislumbra desde cómo vestirse porque son los únicos que poseen una camiseta diferente a la de sus compañeros, usan guantes y hasta se les permite una gorra para no sufrir un encandilamiento.

Hasta la década del ’80, los pantalones y las medias eran las prendas que lo integraban como parte de un mismo equipo. Luego nada de eso quedó.

La Regla 4 de las normas de juego de FIFA indica que el equipamiento básico de los jugadores debe incluir una camiseta, unas medias, unas canilleras y calzado. El arquero debe usar prendas que lo distingan del resto y entre las particularidades también se encuentra la posibilidad de utilizar pantalones largos o mejor conocidos como los populares joggins.

Hugo Gatti fue el primer “trasgresor” a la norma porque si bien se lo identifica de cortos, en 1976 fue sancionado por usar bermudas y en la previa del Mundial ’78, se lo vio de pantalones largos. En 1988 desde Uruguay llegó a Independiente, Eduardo Pereyra, un montevideano de bigotes pronunciados, campeón con el Rojo de pantalones largos y compañero de Gustavo Irusta: “Pereyra no se los sacaba nunca el pantalón largo, siempre los usaba, incluso para trotar”.

El charrúa sin dudas impuso una moda en Avellaneda y en 1990 surgiría en Racing, Ignacio ‘Nacho’ González con las mismas costumbres. Esa modalidad pegó muy fuerte en cuidapalos de generaciones posteriores que veían en González un espejo. ‘Wally’ Martínez Gullota, por ejemplo, explica que los utilizaba desde lo estético pero que la presencia de ‘Nacho’ le hizo tomar definitivamente la decisión.

“Veía que por ahí no tenía un buen porte físico en piernas como para poder buscar esa lucidez a la hora de ver un arquero elegante. Yo veía mucho de chico el estilo de Nacho González de usar los pantalones bien chupin ajustados a la pierna y me hizo inclinar por usar pantalones largos. Tuve partidos con pantalones cortos, pero no me veía, mi performance no era la mejor”, confesó Gullota.

Cristian Lucchetti es otro de los que se decidió por los largos por ‘Nacho’ González: “Justo se empezó a usar, yo jugaba en inferiores y Nacho González atajaba con pantalón largo y me acostumbré”.

Curiosamente el ‘Laucha’ en 2004 y Martínez Gullota en 2006 jugaron en Racing. Como también Jorge De Olivera en 2009 y hoy arquero de Platense aunque él habla de comodidad y que el gusto por los cortos se dio desde que arribó a la Academia.

“Siempre fui de tener piernas largas y creía que el pantalón iba mejor, después fue una cuestión de comodidad, me sentía más liviano y ágil, cuando llegué a Racing me gustó el uniforme y desde ese día cambié al pantalón corto”, confesó.

El mendocino Nelson Ibáñez, quien también jugó en Racing en 2013 y hoy defiende a Newell’s mencionó el acostumbramiento: “Yo entrenaba de chiquito con pantalón corto, en inferiores empecé a entrenar con pantalón largo y a jugar y lo dejé por un tema de comodidad y años y después cambié y ahora uso pantalón corto de vuelta”.

Actualmente, Javier García toma las riendas del jogging desde el arco académico y hace poco contó que debe pagar una multa por utilizarlos en competencias de Conmebol.

En Avellaneda hay otros dos casos: Damián Albil desde su debut en 2000 y el correntino Hilario Navarro quien en menos de un año (entre 2007 y 2008) jugó en Independiente y Racing.

Lucchetti arribó a Banfield en 1996 con joggins al punto que lo emularon Mariano Barbosa (2002), Enrique Bologna (2003) y Pablo Santillo (2005).

“Salvo en México que hacía mucho calor que atajé con bermuda, siempre me acostumbré a atajar con pantalón largo”.

Y la conexión en cadena sigue porque en Córdoba, Pablo Heredia debutó en Belgrano en 2005 y tuvo como referencias precisamente a Lucchetti y a Barbosa.

“Un poco por verlo al Laucha, mucho por Barbosa, de chico me acostumbré a jugar con pantalón largo y probé el corto pero fue sumamente incómodo”, opinó Heredia.

De Belgrano en 1991 salió Carlos Gustavo Bossio aunque ‘Chiquito’ impuso el estilo de pantalones largos por una alergia: “Lo empecé a usar porque me agarró la alergia al pasto estando en Belgrano y ahí me gustó como estilo”.

Bossio también pasó por Estudiantes en 1994 y casi 20 años después, Gerónimo Rulli se hacía ver de largos. Omar, papá de Rulli intuyó el motivo por el que su hijo utilizara esa vestimenta: de chico estaba enganchado a la serie de dibujos animados ‘Supercampeones’, la de Oliver y Benji… ¿Y cómo vestía el arquero Benji Price? De pantalones largos ‘Supercampeones’ fue el más célebre dibujo animado de fútbol.

Gustavo Irusta se los puso por gusto y hasta creyó ver en esos pantalones la cábala del triunfo: “Por ahí en los entrenamientos te acostumbrabas, pero no había nada en particular, se dio que por ahí en el campeonato en el que ascendimos en el ’94 todo el campeonato usé el pantalón largo y lo seguí usando”.

En Instituto, Javier Klimowicz jugó siempre de cortos pero en el exterior comenzó a usarlos por el frío: “En Instituto usé siempre usé el corto, cuando pasé a jugar a Blooming trataba de usar el largo porque hacía mucho frío”.

Y seguramente quedarán más, como José María Buljubasich desde 1991 en Central y Gastón Monzón, subcampeón con Huracán en 2009.

Hoy puede que sea una moda en desuso, moda que en el ámbito internacional impusieron el español Carlos Busquets, papá de Sergio; el mítico cuidapalos del PSG Bernard Lama; el africano Tommy N’Kono, el húngaro Gábor Kiraly quien con 40 años disputó la fase final de la Eurocopa 2016 y el colombiano René Higuita; entre otros por supuesto.

La duda es por qué en la Selección no hubo pantalones largos para Bossio e Ibáñez.

¿Sin embargo están locos o sólo es un mito? Algunos sostienen que para ser arquero, hay que ser valiente y José Luis Martínez Gullota apela también a otro calificativo: “A todos nos gusta que nos digan boludos o locos, yo prefiero que me digan loco”.

Lo concreto es que todos ellos tienen los pantalones bien puestos.