Consejos para prevenir el moho en el hogar y cuidar la salud

El moho es un problema que resulta mucho más fácil de prevenir que de eliminar. Una vez que se establece, puede infiltrarse detrás de azulejos, paredes y techos, generando manchas, olores desagradables y, en casos extremos, deterioro de las estructuras. Además de ser antiestético, el moho puede producir irritantes que provocan estornudos, congestión y erupciones en personas con alergias. Algunas variedades incluso pueden liberar sustancias potencialmente tóxicas conocidas como micotoxinas, que representan riesgos adicionales para la salud.

El moho se propaga a través de esporas microscópicas que flotan en el aire y comienzan a crecer al aterrizar en superficies húmedas. Por lo tanto, la mejor manera de detener su avance es controlar la humedad en el hogar. Según el Good Housekeeping Institute, se recomienda mantener la humedad por debajo del 50 por ciento, reparar filtraciones de inmediato, volver a sellar las juntas de los azulejos del baño anualmente y evitar almacenar objetos en áreas húmedas, como sótanos.

¿Pueden los pequeños hábitos promover la aparición de moho? Desafortunadamente, sí. Uno de los hábitos más comunes que contribuyen al crecimiento de moho es cerrar la puerta del baño durante y después de la ducha. Este simple acto puede atrapar la humedad en el interior, creando un ambiente propicio para el desarrollo de moho.

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