Eric Van de Velde estaba fuera de sí. En una mano sostenía un machete, en otra un cuchillo de caza, se golpeaba el pecho y gritaba palabras que nadie lograba entender en medio de una escena de espanto.
Adentro, en la casa de calle Ushuaia al 3000, barrio Kairos, en la zona sur de la ciudad de Córdoba, su madre, su hermana y un sobrino intentaban sobrevivir al horror.
El joven de 28 años los había atacado con una fiereza con pocos antecedentes en la historia criminal de la provincia.
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Ocurrió el sábado último, minutos después de las 14. Los gritos desesperados de la madre, Norma Cejas (56), alertaron a una vecina que estaba regando en la vereda. Cuando esta mujer se asomó y advirtió que lo estaba sucediendo, comenzó a pedir ayuda a otros residentes en el barrio. Más de 50 personas tuvieron que intervenir para lograr reducir a Eric. "Si no entrábamos, los mataba a todos", resumió uno de los testigos.
Fue necesario que rompieran una ventana de vidrio y que forzaran una puerta. Mientras afuera pugnaban por entrar en la vivienda, Eric continuaba golpeando a las mujeres y al niño, que a esa altura ya no podían defenderse.
"Se reía y se golpeaba el pecho, donde tenía un escudo de Rusia. Estaba fuera de sí", indicó uno de esos vecinos.
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Norma, Vanesa Van de Velde (38) y su hijo Santiago Palacios (12) recibieron heridas gravísimas: profundos cortes en el cráneo, rostro, cuello y abdomen.
Tras recibir las primeras curaciones en el sector, los tres fueron derivados al Hospital de Urgencias, donde fueron internados en la terapia intensiva.
El primer parte médico ya permitía dimensionar la brutalidad del ataque: el niño había sufrido heridas cortantes en el cráneo y en el cuello; la mujer de 56 años presentaba profundos cortes en el rostro y en la cabeza; y la mujer de 38 años tenía lesiones graves en la cara y en el abdomen.
El pequeño fue sometido a una cirugía para intentar salvarle la vida, pero el esfuerzo de los médicos no alcanzó. A las 19 de ese mismo día se conoció su deceso.
Este lunes, desde el Hospital de Urgencias se indicó que las dos mujeres continúan internadas en terapia intensiva, en grave estado. Están en coma farmacológico. Es posible que Vanesa deba ser intervenida quirúrgicamente por la lesión en el abdomen.
“La mujer y la hija se encuentran en coma farmacológico. Con respecto a la paciente femenina de 38 años, posee herida de abdomen, traumatismo de cráneo, se prevé intervención en las próximas horas. En tanto La paciente de 56 años, se encuentra también con asistencia respiratoria mecánica, no tenemos previsto intervenciones, esperamos su evolución”, indicó a Cadena 3 el médico Mariano Marino.
Mientras tanto, Eric fue asistido el mismo sábado en el Hospital Tránsito Cáceres, ya que los vecinos que lo redujeron para evitar que continuara atacando a su familia terminaron por golpearlo e intentaron lincharlo. Tras las curaciones, quedó alojado en un Centro Psíquico Asistencial (CAP), en calidad de detenido.
Homicidio y lesiones graves calificadas es la imputación que por ahora pesa en su contra, según lo determinó el fiscal de Violencia Familiar Cristian Griffi.
Según contaron vecinos del sector y fuentes que están trabajando en la investigación, Eric vivía en la misma casa de calle Ushuaia. En el hogar estaba su madre, mientras que su hermana ese día había ido de visita. El padre vive en otro domicilio.
Eric no trabaja ni estudia, al menos desde lo formal. "Por lo general, se iba caminando hasta Medea (el centro evangélico de Villa El Libertador) y solía quedarse dando vueltas por ahí", indicó un informante.
Los vecinos lo han descripto, ahora, como un joven con comportamientos "extraños". Recordaron que un día mató a un perro y lo exhibió en la cuadra.
En ese sentido, a los investigadores les llegó el dato de que Eric pudo haber estado internado en un centro de salud mental de Buenos Aires, hace unos años, algo que por estas horas se está intentando corroborar.
No surge, al menos hasta hoy, que el joven haya tenido consumos problemáticos de sustancias tóxicas. En la vivienda no se encontraron drogas ni armas de fuego. Sí cuchillos y otros objetos filosos.
Los peritos de la Policía Judicial también
Ante esta descripción, más de una serie de llamativos posteos que subía en las redes sociales, el fiscal sospecha que Eric pudo haber sufrido un brote psicótico al momento de ejecutar la masacre.
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Aunque todo aún es prematuro, el fiscal no tiene dudas de que reconstruir su estado de salud mental será clave para intentar explicar qué hubo detrás de esta masacre.
Pero no sólo eso: también se podrá preguntar si se trató de una masacre anunciada y, acaso, prevenible.
