El ladrón más famoso de Córdoba cayó de una manera insólita

Juan Federico

Fueron 283 días. O, escrito de otra manera, poco más de 10 meses. Se trata del tiempo en el que Marcos González, al que hoy varios en la Policía se atreven a definir como el "ladrón más famoso de Córdoba", logró esquivar una orden de captura que pendía sobre su cabeza.

La Delegación Distrital de Investigaciones (DDI) de Campana, en la provincia de Buenos Aires, lo buscaba acusado de ser uno de los delincuentes que en enero último simularon ser clientes de un hotel exclusivo para entrar a robar en un domicilio del country Sofitel La Reserva Cardales.

Un golpe millonario: 1.000.000 de pesos y 10.000 dólares, dos relojes pulsera y dos cadenitas de oro. La víctima fue un un ingeniero mecánico que vive en el lote 215 del barrio y que aquella noche del sábado 21 de enero último salió a cenar con amigos. Una reunión que se extendió hasta la madrugada del domingo. Cuando regresó, se topó con lo que nunca había imaginado: la pretendida seguridad fronteras adentro del country había sido vulnerada.

"Se disfrazaron de ricos para entrar a robar", fue la conclusión a la que llegaron los investigadores bonaerenses al trazar la principal hipótesis detrás de este suculento robo. Dos parejas que llegaron al hotel ubicado en el ingreso del country, que abonaron más de 100 mil pesos cada una por la noche de alojamiento y que durante la tarde salieron a caminar por los contornos del hospedaje, aunque en realidad tenían otras intenciones. La madrugada siguiente, una de las parejas se fue. La otra, esperó a disfrutar del desayuno buffet para luego dar las gracias y dejar el hotel.

Tras un minucioso análisis, cuadro por cuadro, de las cámaras internas del hotel y de otras aledañas, los investigadores llegaron a la hipótesis de que los que robaron habrían sido Miguel Ángel Ocampo (32), y Karen Daiana Domínguez (25), ambos con domicilio en la localidad de Loma Hermosa, en el partido bonaerense de 3 Febrero; y María Celeste Franco Esquivel (31) y Marcos Daniel González (40), radicados en la ciudad de Córdoba.

Fue entonces que el juez de Garantías 2 de Zárate-Campana, Julio Andrés Grassi, emitió de inmediato las cuatro órdenes de captura. Y se divulgaron los rostros de los sospechosos.

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Pocos días después, el 10 de febrero, la pareja bonaerense fue atrapada: se escondía en un aguantadero entre los partidos de San Martín y 3 de Febrero, en las profundidades del conurbano.

Pero atrapar a los cordobeses resultó más complicado. Meses después, María Celeste Franco Esquivel ser presentó a través de un abogado y como se consideró que se "ajustaba a derecho", quedó eximida de la orden de prisión, aunque aún sigue imputada. 

Pero González se convirtió en un todo un desafío. A fines de febrero, Cadena 3 llegó hasta su domicilio en barrio Liceo. No estaba allí, pero los vecinos confiaron que solían verlo en ese sector. Horas después, el propio prófugo nos contactó y negó tener cualquier vinculación con la acusación. Y dijo que no sabía que lo estaban buscando.

González no es ningún improvisado. Fue acusado y condenado por haber integrado la fabulosa banda liderada por Ramón “el Zurdo” Asís (46), un grupo de delincuentes que entre la Nochebuena y la Navidad de 2016 robó en 10 mansiones ubicadas en la exclusiva zona de Nordelta, Buenos Aires. En aquella oportunidad, se alzaron con más de 2.000.000 de dólares en total, según se estima.

A fines de ese año, Asís junto a otros tres ladrones, entre los que estaba González, alquilaron una lujosa vivienda en barrio privado Los Castores, de Nordelta, y se encargaron de mostrarse por toda la zona en autos más que caros.

De esta manera, nadie imaginaba que los flamantes vecinos que organizaban fastuosas reuniones en las que abundaba el champán y que se movilizaban por el barrio en costosas BMW 330, 130 y X6, un Audi TT o una Toyota SW4 eran los mismos que de noche, cuando los propietarios no estaban, ingresaban en esas mansiones, abrían cajas fuertes y se llevaban dólares, pesos y mucho oro.

Una cámara interna, de una de las víctimas, permitió atraparlos. Entre los varios damnificados, figuró el extécnico de River Plate Ramón Díaz.

Durante la investigación se comprobó que los cuatro delincuentes, todos oriundos de Córdoba, pagaron 65.000 y 130.000 pesos en aquel año por los alquileres de lujosas propiedades en los barrios Los Castores y El Golf, respectivamente, para hacer inteligencia sobre las otras viviendas.

González fue detenido en marzo de 2017 en su casa de la primera sección de barrio Liceo, de la ciudad de Córdoba. En calle, quedaron estacionados una camioneta Volkswagen Amarok y un auto Alfa Romeo.

La captura derivó en un escándalo que todavía retumba adentro de la Policía. Como ya era viernes y comenzaba la siesta, no llegó a tiempo la orden para allanar su casa y todo se pospuso para el lunes siguiente. Se indicó que el fin de semana un policía de la comisaría 17ª debía quedarse de custodia, parado frente a la vivienda.

Fue durante esas 48 horas que alguien reventó un vidrio, ingresó en la casa y robó lo inconfesable.

En 2017, en un juicio abreviado la banda del Zurdo terminó sentenciada a penas de entre tres y cinco años de prisión.

González purgó condena y en plena pandemia regresó a la libertad, igual que el "Zurdo".

Asís murió a mediados de 2021 tras un vuelco de una cupé Mercedes Benz en la volvía de urgencia por la autopista Córdoba-Rosario desde Buenos Aires. Al volante iba un supuesto empresario de Villa Carlos Paz que decía ser Javier Cañete, pero que en realidad se llamaba Eugenio Andrés Cavas (42).

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Desde entonces, el mito de González dentro del mundo del hampa se agigantó. Se lo considera el "mejor alumno" del Zurdo.

En 2021, quedó bajo la mira de la Justicia tucumana, sospechado de integrar una banda de "escruchadores" cordobeses que ejecutaron millonarios robos en aquella provincia. Si bien varios cordobeses quedaron detenidos, él logró eludir la imputación.

El "escruche" es la especialidad delictiva de ingresar en domicilios y comercios sin disparar un solo tiro y cuando los inmuebles están sin moradores. Robos que demandan una gran inteligencia previa. Y que los delincuentes especializados suelen hacer en otras provincias, para lograr escapar sin ser identificados.

Pero el 10 de noviembre de 2021, sí fue detenido: fue acusado de haber robado 198 mil pesos y 440 mil en cheques en el country Cañuelas Golf, ubicado en el Camino San Carlos, en la zona sur de la ciudad de Córdoba. Para ingresar, habría utilizado una tarjeta "clonada".

A través de su abogado Alejandro Viano, pactó un juicio abreviado: 14 meses de prisión. A fines de 2022, volvió a la libertad, de modo condicional.

Poco más de un mes después, la Justicia de Buenos Aires comenzó a buscarlo por el robo en el country Sofitel La Reserva Cardales.

González pasó a ser un clandestino. O al menos, eso se creía. En el medio, una noche, estuvo a punto de ser atrapado en un baile de Córdoba. Cuando la cantante gritó "¡Un saludo para Marcos González!", los policías de civil que estaban haciendo inteligencia adentro del recinto se sobresaltaron. Comenzaron a buscarlo entre la multitud, hasta que les pareció verlo, de campera blanca, muy cerca del escenario. Sin embargo, cuando los primeros agentes lograron llegar hasta allí, ya no estaba. 

El mito se fue acrecentado semana a semana. Un ladrón abocado a robos millonarios, sin armas, que siempre lograba escapar a tiempo. Incluso, hubo personas que dijeron haberlo visto en otra provincia, yendo a ver un partido de fútbol de la Copa Argentina. De película, si no fuera por las demasiadas suspicacias que su accionar genera dentro de la propia Policía.

Pero su caída comenzó a precipitarse hace 15 días, cuando una joven se acercó hasta el Polo de la Mujer y lo denunció con nombre, apellido y su dirección de toda la vida en barrio Liceo. Al chequear la identidad, los detectives de Investigaciones Criminales de la Policía constataron que era el buscado. 

Fue entonces que diagramaron un operativo para cercar todas las posibles vías de escape de ese domicilio. Con la excusa de notificarlo por la denuncia de violencia de género, fueron dos veces a tocar su puerta, pero nadie se asomó. Pero ayer, cuando fueron de nuevo, González apareció y les mintió: se quiso hacer pasar por el hermano, según contaron fuentes policiales. Pero a través de unos tatuajes, pronto se comprobó que era él.

Minutos después, una llamada ingresaba en la DDI de Campana. "Cayó", fue el mensaje que festejaron los investigadores de Buenos Aires. Ahora, el "ladrón más famoso de Córdoba" no sólo que va a ser requerido por la Justicia de aquella provincia, sino que se le abrió una causa local, en una fiscalía de Violencia Familiar, por los presuntos delitos de privación ilegítima de la libertad, amenazas, coacción y lesiones leves calificadas, todo en concurso real.