Cómo se constata la muerte del Papa: un protocolo milenario en acción

Luego del anuncio del fallecimiento del papa Francisco a las 7:35 de esta mañana en la Casa Santa Marta, el Vaticano ha activado los procedimientos establecidos para la transición de la sede vacante. 

Esta tarde, a las 20:00 horas de Roma, el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Santa Romana Iglesia, dirigirá el rito solemne de constatación de la muerte del pontífice en la Capilla de la Domus Sanctæ Marthæ. 

Este acto, cargado de simbolismo y rigor protocolar, marca el primer paso formal en el proceso que culminará con el funeral del papa y la elección de su sucesor. 

A continuación, se detalla cómo se lleva a cabo este rito, su significado y los pasos inmediatos que seguirá la Santa Sede, según comunicados oficiales y normas vaticanas.

Un rito arraigado en la tradición

El rito de constatación de la muerte, regulado por el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis (nn. 21-40), es un procedimiento que combina elementos litúrgicos, legales y médicos para certificar oficialmente el fallecimiento del papa. 

Aunque en el pasado incluía gestos simbólicos como golpear suavemente la frente del pontífice con un martillo de plata mientras se pronunciaba su nombre de bautismo, este práctica fue eliminada en el siglo XX. 

Hoy, el rito es más sobrio, pero conserva su solemnidad y precisión.

La ceremonia, que tendrá lugar en la íntima Capilla de la Domus Sanctæ Marthæ, estará presidida por el cardenal Farrell, cuya función como camarlengo lo convierte en el administrador temporal de la Iglesia durante la sede vacante. 

Participarán figuras clave, como el decano del Colegio Cardenalicio, cardenal Giovanni Battista Re, los familiares del papa (en este caso, representantes de su entorno cercano, dado que Francisco no tiene familiares directos en Roma), y el director y vicedirector de la Dirección de Sanidad e Higiene del Vaticano. Los eclesiásticos presentes vestirán el hábito coral, compuesto por sotana roja, roquete blanco y muceta, acorde con la solemnidad del momento.

El procedimiento

Certificación médica y actos litúrgicos

El rito comienza con la verificación médica del fallecimiento, realizada por un equipo de la Dirección de Sanidad e Higiene del Vaticano, liderado por el médico personal del papa, que en los últimos años ha sido el doctor Massimiliano Strappetti. 

Este paso asegura que no haya dudas sobre la muerte del pontífice, un requisito que remonta a siglos pasados, cuando se temían errores o fraudes. Una vez confirmado el deceso, el camarlengo y el notario de la Cámara Apostólica redactan el acta oficial de defunción, un documento que registra la hora, la causa y las circunstancias del fallecimiento.

A continuación, se realizan oraciones litúrgicas, que incluyen salmos y súplicas por el alma del difunto, dirigidas por el cardenal Farrell. 

Este momento refleja el carácter espiritual del rito, que no solo certifica la muerte, sino que encomienda al papa a la misericordia divina.

Posteriormente, el cuerpo de Francisco será preparado y colocado en un féretro sencillo, de madera de ciprés, siguiendo las disposiciones del propio pontífice, quien en 2024 revisó los ritos fúnebres para enfatizar la sobriedad. 

A diferencia de épocas anteriores, no se usará un triple ataúd (madera, plomo y zinc), y el cuerpo será vestido con una sotana blanca, una casulla roja y un palio, sin ornamentos lujosos.

Próximos pasos

Del velatorio al cónclave

El rito de esta noche marca el inicio del protocolo funerario, que continuará con el traslado del cuerpo del papa Francisco a la Basílica de San Pedro. Según Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, este traslado podría realizarse la mañana del miércoles 23 de abril, tras la primera Congregación General de los Cardenales, que se reunirá mañana para organizar los detalles del funeral y el cónclave. 

En la basílica, el cuerpo será expuesto en un ataúd abierto para la veneración de los fieles durante al menos dos días, un evento que atraerá a miles de peregrinos de todo el mundo.

El funeral, programado entre el cuarto y sexto día tras el fallecimiento (probablemente el 26 o 27 de abril), se celebrará en la Plaza de San Pedro, presidido por el cardenal Re.

Posteriormente, el cuerpo será inhumado en la Iglesia Santa María Maggiore, conforme al deseo de Francisco. 

Estos pasos culminarán con el cónclave, que comenzará aproximadamente el 6 de mayo, cuando los cardenales electores se reunirán en la Capilla Sixtina para elegir al próximo papa.

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