Juez del fentanilo contaminado: "La conducta fue dolosa, no involuntaria"

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   Siempre Juntos Rosario

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El juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, procesó a 14 sospechosos de haber tenido algún grado de participación en la fabricación y distribución del fentanilo contaminado, por el que se investigan 124 muertes. A la cabeza de los procesamientos está el propietario de HLB Pharma y Laboratorios Ramallo, Ariel García Furfaro, a quien le dictaron un embargo de un billón de pesos y continuará preso.

En Siempre Juntos, por Cadena 3 Rosario, Kreplak brindó una extensa entrevista en la que confirmó que las ampollas de fentanilo suministradas "agravaron la posibilidad de morir" de todos los pacientes, aseguró que la conducta de los imputados y responsables de las falencias fue "dolosa", reveló que entre los muertos "hay niños" y ratificó el límite que puso públicamente al presidente Javier Milei por pedir su recusación.

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-¿Qué puede decir de la cantidad de muertes y su relación con el fentanilo?

"Es una situación muy compleja porque los pacientes que requieren fentanilo, en general, son pacientes con comorbilidades, en situación de alta vulnerabilidad, lo que hace que, en definitiva, pueda ser complejo atribuir, inequívocamente, una causal de muerte. Pero lo que también se pudo establecer, de manera indudable, es que las bacterias con las que estaba contaminado el fentanilo que nosotros investigamos provocan un aumento significativo de la probabilidad de muerte de cualquier paciente internado en las condiciones en las que están estos pacientes, que se contagie, digamos. Entonces, sobre esa base, se estableció fundamentalmente el criterio de imputación al resultado muerte, el hecho de que la contaminación incrementó el riesgo, más allá de que se haya podido determinar, en algunos casos con mayor probabilidad y en otros con menor, pero en todos los casos, que la situación agravó la posibilidad de morir. No hay ninguna duda de dónde vino la bacteria. Entonces, hoy, para repasar lo que tenemos, son 124 casos sospechosos de fallecimientos en todo el país, fundamentalmente en la provincia de Santa Fe y en la provincia de Buenos Aires".

-¿Y la responsabilidad sanitaria de los organismos oficiales como ANMAT, por ejemplo, cómo se puede dilucidar?

"Eso está bajo investigación en este momento, el pronunciamiento que emitimos en el día de ayer no se refiere a esa situación, que es, digamos, un impulso posterior del Ministerio Público Fiscal y de las querellas. Porque, bueno, a medida que se avanzó en la responsabilidad primaria, es decir, cómo se produjo la contaminación y cuál es la responsabilidad directa, digamos, de esa contaminación, a partir de ahí surgieron interrogantes en la dirección que usted menciona, y es materia de investigación, pero de eso no puedo adelantar nada todavía".

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-¿Los errores fueron fallas de calidad por querer acaparar un mercado mayor al que se podía acaparar con la producción, o son fallas que pueden estar vinculadas a un desvío ligado al narcotráfico?

"Bueno, no, en principio es una de las hipótesis también la investigación de desvío de cantidad, se refiere usted en el segundo caso, desvío hacia el mercado ilegal, digamos. Es importante aclarar acá a la audiencia que, aunque el fentanilo es un anestésico muy potente, un opioide sintético se considera 100 veces más potente que la morfina. Esto implica que tenga un mercado ilegal, es sabida la epidemia que hay en Estados Unidos, por ejemplo, en estas épocas, con esta sustancia, entonces existe un mercado ilegal. En Argentina hay un uso legal que es exclusivamente intrahospitalario, no se puede suministrar ambulatoriamente ni por farmacia, digamos, sino solo en hospitales para determinadas situaciones puntuales.

Desde el primer momento de la investigación surgieron interrogantes sobre la posibilidad de desvío de cantidad hacia el mercado ilegal y eso sigue siendo materia de investigación, pero digamos que los elementos que fuimos reuniendo no fueron categóricos en ese sentido. Está abierta la investigación, pero no hay conclusiones por el momento. Después la motivación. Efectivamente hay una cantidad abrumadora, diría yo, de falencias en la producción de los medicamentos, eso técnicamente se denomina desvío de calidad, a diferencia del desvío de cantidad, y bueno, eso, la motivación, las razones que llevaron a relajar los controles, a producir en esas condiciones, digamos, ya exceden lo que es una resolución judicial. Sí es importante señalar que nosotros consideramos, a partir de la entidad de las falencias, la cantidad, sobre todo las alertas previas, que la conducta fue dolosa, y no simplemente negligente o con falencias, digamos, involuntarias".

- En esos 124 casos que ustedes tienen informados hospital por hospital, ¿puede confirmar hay dos niños que estaban hospitalizados en Rosario?

"En este momento no tengo presente el detalle exactamente, pero sí en las resoluciones están hospital por hospital las víctimas. Sí, hay niños".

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-¿Le llama la atención cómo el país, cómo Argentina le dio tamaño, negocio y responsabilidad a un hombre que no era del sector?

"Por supuesto que es llamativo. Es llamativo porque es una actividad que implica una responsabilidad muy grande, la producción de medicamentos. Todos vivimos en sociedades de riesgo, donde se admite la introducción de riesgos porque se consideran que en última instancia esos riesgos que se introducen son beneficiosos. Entre ellos, por ejemplo, paradigmáticamente la producción de medicamentos. Fíjese, una persona que está enferma, que está internada, que está vulnerable, recibe una sustancia que, bueno, eventualmente la puede matar. Entonces la cuestión acá es extremar los cuidados. Ese riesgo se admite en tanto y en cuanto se haga de modo sumamente controlado. Para eso hace falta conocimientos específicos, digamos, una serie de muy importantes requisitos que indudablemente no se cumplieron en este caso".

- Se habla mucho de los vínculos políticos de García Furfaro, ¿todo eso le llama la atención, doctor, o es ajeno a la investigación?

"Tendría que ver con la investigación en tanto y en cuanto tuviese alguna vinculación concreta con el hecho que yo investigo. Yo investigo la vida de las personas, sus vinculaciones, sus relaciones políticas, etcétera. Ahora, si yo veo que la vinculación política implicó un relajamiento en los controles, se investiga. Si yo veo que la vinculación política, o cualquier vinculación, la que fuere, implica un patrimonio espurio, se investiga. Una desviación al mercado negro, se investiga. Es al revés. Yo no voy a investigar de las relaciones al hecho. Yo investigo del hecho hacia donde dé. Yo no puedo salir de pesca a ver esta persona que hacen sus ratos libres. Yo me tengo que concentrar en el hecho. Yo no investigo personas, yo investigo conductas".

- En algún momento tuvo un duro cruce con el Gobierno, ¿trabaja tranquilo con la investigación o siente que eso sigue por allí vigente o una supuesta especie de presión pública?

"Yo siempre trabajé tranquilo. Y estoy acostumbrado, yo hace más de 10 años que soy juez, e hice antes toda la carrera judicial. Conozco las presiones que existen, el juez tiene que trabajar al margen de esas presiones, soportarlas. Así que mi trabajo siempre fue tranquilo. Lo que pasa es que en determinado momento, una expresión totalmente inoportuna, fuera de lugar del señor Presidente de la Nación, y me pareció prudente, a efecto de salvaguardar la investigación y la investidura que ostento. No mi persona, sino mi investidura. Y sobre todo es importante por la confianza que es necesario que la población tenga en el trabajo judicial. Entonces, simplemente recordar cuáles son las atribuciones constitucionales de cada uno. Nada más, mi trabajo lo hago muy tranquilo".

Entrevista de Alberto Lotuf, Hernán Funes y Agustín Dadamio.

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