Marcelo Macarrón: "Llegan al jury porque acá hubo mala praxis de los fiscales"

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El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de Córdoba (jury) admitió por unanimidad la denuncia contra los fiscales Javier Di Santo, Daniel Miralles y Luis Pizarro por mal desempeño y negligencia grave en la investigación del crimen de Nora Raquel Dalmasso, ocurrido el 26 de noviembre de 2006 en Río Cuarto.

En diálogo con Cadena 3, el viudo Marcelo Macarrón –quien se sometió voluntariamente a un juicio en 2022 para "vivir en paz" pese a su inocencia– no ocultó la emoción al evocar 19 años de calvario. "Estamos contentos, es una semillita que aportamos después de tanto sufrimiento. La justicia empezó a actuar, tarde, pero con esperanzas", expresó, subrayando cómo sus hijos Valentina y Facundo, con "pilares firmes como familia", resistieron el embate.

También resaltó el impacto que la acusación tuvo en su hijo Facundo, quien fue imputado en el caso: “La acusación de Facundo es de una mentalidad enferma totalmente”.

Macarrón denunció un "encarnizamiento inexplicable" contra su familia, ignorando evidencias como el ADN y el viaje irregular de fiscales a Uruguay para interrogar a Álvaro, un testigo clave, sin autorización. 

"En vez de ser víctimas fuimos lo acusados, nunca se investigó ninguna pista. Llegan al jury porque hubo mala praxis judicial, como la de un médico que opera mal. Nadie les decía nada, eran intocables. Fueron años de mucho sufrimiento", afirmó. 

"Acá prescribió por no imputar a tiempo a Roberto Bárzola, el asesino a los 20 días. En el mundo, estos femicidios no prescriben", lamentó, exigiendo que los fiscales "vayan presos" por negligencia.

¿Política en la sombra? 

También desmintió rumores que lo vinculaban con José Manuel de la Sota, alimentados por medios que publicaron "mentiras" sobre su vida íntima y supuestos lazos políticos: “Nunca tuve un trato personal con él. Lo conocía de la televisión, pero nunca tuve ninguna reunión con él”.

"Mis ingresos fueron inspeccionados cuatro años por la AFIP. Trabajaba 16 horas diarias como médico", aclaró, rechazando cualquier motivación partidaria. 

Sin embargo, admitió sospechas de injerencia política: "Se metió la política porque no soy de ningún partido, pero ellos tendrán que responder en el jury por qué".

El Jury, en su resolución, enfatizó que la admisión no prejuzga el fondo, pero abre plazos para acusación (10 días) y defensa de los fiscales. La familia ve en esto un "paso más" contra la impunidad, renovando la confianza en instituciones que, por primera vez, escuchan a las víctimas. 

"Ganamos una batalla, la guerra recién empieza", dijo Macarrón, quien durante 15 años no pudo salir del país para por ejemplo capacitaciones de su especialidad médica.

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Implicancias del jury

Este jury no solo cuestiona la actuación individual de Di Santo, Miralles y Pizarro, sino el sistema judicial cordobés, expuesto a críticas por sesgos y demoras en femicidios. 

La prescripción de la causa principal –aún en casación ante el Tribunal Superior de Justicia– podría revisarse si el Jury destituye a los fiscales, sumando argumentos de "excepcionalidad" por violencia de género. Organizaciones como el Observatorio de Derechos Humanos de Río Cuarto celebran el avance, pero advierten: "Es un alivio, pero no resuelve la impunidad estructural".

Entrevista de Miguel Clariá.

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