Rescató a una familia venezolana del frío y la hipotermia en el Gran Rosario y los llevó a su casa

René, acogió a una familia de venezolanos, la de Jesús y Jesi. Estaban durmiendo bajo una garita, “por morir de hipotermia”. Les robaron las pertenencias en Buenos Aires, sin casa ni trabajo. Ahora los está cobijando en su casa. La joven familia venezolana tiene una niña de 3 años y están pidiendo poder trabajar y un lugar donde poder quedarse. Una historia con mucha emoción que merece ser contada.

“No los conocía” dijo René que es empleado policial y Jefe del Centro de Comunicaciones Policiales de Rosario cuando el día domingo, con temperaturas extremas, se dirigía a la jefatura a buscar a su esposa, que trabaja en el mismo lugar y en su trayecto, cuando paso por la garita de colectivos Nº1 en el límite entre Ibarlucea y Rosario, sobre la ruta 34, divisa un cochecito de bebé y unos bolsos y pensó que era “gente esperando un colectivo”. Pero a a la vuelta de su viaje observa otra vez la misma escena.

“Ahí pensé que esta gente no estaba esperando el colectivo y detuve la camioneta. Ahí veo la situación de dos jóvenes con una criatura” en ese momento le consultó al muchacho si esperaban un transporte y ahí le dicen que "estaban tratando de volver a Venezuela por la ruta".

En ese momento comenzaron a charlar y le contaron su situación: “Hacia un año que llegaron a Argentina a dedo y en Buenos Aires estuvieron en Plaza Once durmiendo. Luego de tramitar la residencia provisoria Jesús podía conseguir algunos trabajos precarios, pero siempre durmiendo en la calle. Hasta que hace una semana le robaron una mochila con los papeles y documentación”, allí comenzó el drama de la joven familia venezolana.

Llegaron al peaje de Gral Lagos en Santa Fe y siguieron caminando a Rosario “porque nadie los levantaban, durmieron en un cajero automático y siguieron camino hasta que llegaron a este lugar en donde los encontré” comentó René.

Ahí pasaron la noche en la garita. “El cuadro que encontré es el de una niña con escarcha en la campera, estaba morada con los labios violetas a punto de tener una hipotermia” dijo el policía.

Jesus, tomó la palabra y comentó por qué llegaron a estar en esa situación en la que “se me salían las lágrimas del frío deseando que llegara la mañana para que saliera el sol y seguir nuestro camino”.

“Vine a Argentina por la situación económica de Venezuela y trabajaba en Buenos Aires en una frutería con mi DNI y ahí podía sobrevivir, pero me robaron en Plaza Once en un abrir y cerrar de ojos ya no tenía la mochila con los documentos” relató.

Ahí fue cuando la desesperación lo llevó a toma la decisión de intentar volver a su país. Y lo hacían caminando.

“Ahora tenemos en Rene a una mano amiga. Quiero sacar mi documento y estar legal en Argentina, tratar de buscar un trabajo porque por ser venezolanos nos rechazaban”.

El éxodo de la familia venezolana terminó con un final feliz gracias por la actitud de René y su esposa, pero el policía señala que “yo no soy ningún héroe, lo hice de corazón y lo haría de nuevo. Es un tema humanitario” manifestó visiblemente emocionado.

René contó que quiere conseguir una pieza con un baño para que puedan alquilar, además contó que “hicimos una colecta entre varias personas y estoy tratando de poder conseguirles un trabajo a Jesús y ayudarlos para estar legales en el país”.

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