Todos los secretos de la exitosa "Un lugar para soñar"

Si hay fórmulas infalibles para el éxito, los productores de “Un lugar para soñar” han seguido escrupulosamente todos los pasos. La serie, que transita su tercera temporada en Netflix, tiene una poderosa historia de amor entre Mel (Alexandra Breckenridge) y Jack (Martin Henderson), la mitad de los personajes arrastra algún secreto inconfesable que puede cambiar el curso de los acontecimientos y la acción se desarrolla en un lugar paradisíaco, a orillas de un río de aguas claras y alrededor de un bosque interminable salpicado de casitas de maderas que parecen sacadas de un cuento infantil.

La historia es sencilla y transparente pero la apuntalan elementos que la complican capítulo a capítulo. Mel, una eficiente enfermera oriunda de Los Angeles, necesita poner distancia y acude a un pueblo llamado Virgin River para reforzar la consulta de Doc (Tim Matheson), un médico veterano que desde hace años se ocupa de la salud de todos los pobladores.

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La narración se basa en las novelas de Robyn Carr , la escritora que dedicó 20 de sus obras a Virgin River, ese vergel al que algunos de sus habitantes colocan repentinamente al borde del infierno. Ella en persona participó del casting y aseguran que a su buen criterio se debe la elección de algunos de los personajes más entrañables de la serie, como Ricky (Grayson Maxwell Gurnsey), uno de los adolescentes que interviene en la sub trama de “Un lugar…”

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La elección de las locaciones terminará convirtiéndose en un problema a medida que el éxito de la serie atraiga a esos turistas que aman visitar los lugares donde se escenifican sus ficciones predilectas. No hay en California un pueblo que se llame Virgin River, aunque existe un río que lleva ese nombre, es afluente del Colorado y atraviesa tres estados.

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Los que deseen caminar por esos bosques de verdor impactante o esperar el atardecer mirando como el sol se hunde en el agua, al lado de la casa que en la tercera temporada comparten Jack y Mel, tendrán que dejar atrás los Estados Unidos y continuar hasta Canadá, porque es en ese país donde se rodó la serie. Cualquier fanático aspira, seguramente, a sentarse en alguna de las mesas del bar de Jack, para lo cual debe dirigirse a Squamish, en la Columbia Británica.

Aunque la ficción marque California y la realidad apunte a Canadá, lo que sí tiene Virgin River es un mapa, con la ubicación de la casa de cada uno de los protagonistas, confeccionado de puño y letra por la autora de la novela, que se tomó el trabajo de ocuparse del desarrollo de cada uno de los personajes y les creó un entorno específico para aumentar la sensación de realidad.

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Parte del éxito de la narración estriba en el tiempo que los espectadores tuvieron que esperar para que floreciera el amor entre los protagonistas. La chispa fue instantánea pero llegar al primer beso insumió varios episodios y hubo que transitar hasta esta última temporada para que vivan juntos. Aún así la convivencia no es algo elegido sino la consecuencia de un incidente que ocurre a la altura del tercer capítulo.

En el elenco están además de la pareja central, Colin Lawrence en el papel de John Middleton, Benjamin Holingworth como Dan Brady, Lauren Hammersley interpretando a Charmaine Roberts, Sara Dugdale a Lizzie y Zibby Allen a Brie.

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En esta temporada el espectador tiene la falsa impresión de que todo está encaminado para que la relación de Mel y Jack avance sin dificultades y se profundice sin las acechanzas de los capítulos iniciales. Por supuesto, no será así y mucho tendrá que ver en la convulsión creciente y las amenazas de ruptura, la aparición de un personaje desconocido hasta el momento.

Nadie intuyó siquiera la posibilidad de su irrupción. Con buen tino inclusive, la producción distribuyó declaraciones del actor Martin Henderson que dijo “no lo vi venir” y “hubiera sido bueno que alguien me explicara lo que estaba a punto de ocurrir, porque leí todo el guión y esto no figuraba”.

Más allá del golpe publicitario, algo de razón tiene porque tampoco el público se esperaba lo que, por supuesto, ni mencionaremos para no arruinar el efecto sorpresa.

Hay que considerar además de los vaivenes amorosos, la otra parte atrapante de la serie que tiene que ver con el pasado militar y combativo de Jack, los negocios espurios del narco local y además la otra vida de Mel antes de su arribo a Virgin River.

Por María Rosa Beltramo.