"Sweet Tooth", una aventura pospandémica entrañable

Por Fran Vidal

Sweet Tooth es la última serie fantástica de Netflix producida por Robert y Susan Downey Jr. y Warner Bros. Narra las aventuras de Gus, un niño mitad humano mitad ciervo que se ve obligado emprender un viaje en un mundo que fue golpeado por un virus mortal.

Basada en un cómic de Jeff Lemire para DC y llevada adelante por Jim Mickle, la producción está ambientada en un escenario posapocalíptico tras un colapso de la sociedad por una pandemia. En ese contexto –no se sabe si por el virus o no- nacieron bebés híbridos entre animales y humanos, que generan el temor de muchos humanos que los cazan.

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Pese a la escalofriante similitud con la situación actual, la serie no genera rechazo por su óptica: aborda los obstáculos a los que se enfrenta el chico de 10 años desde la ternura y la curiosidad. El principal motor de los protagonistas es la esperanza.

Jepperd, el compañero de aventuras de Gus.

Gus vive recluido en una casa de un bosque con su padre (Will Forte) pero una serie de circunstancias lo obligarán salir del nido para resolver el misterio de la ubicación de su madre. En el camino se cruzará con Jepperd (Nonso Anozie en un gran papel), un enorme ex deportista de pasado oscuro reacio a ofrecer su ayuda en un principio, pero que de a poco se ablanda ante su simpático nuevo amigo.

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El joven deberá protegerse de los cazadores y de los “Últimos hombres”, comandados por el malo de esta historia: el General Abbot, un líder autoritario que persigue a los híbridos.

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Otras historias paralelas se entrelazan de a poco con la de Gus, como la de Aditya (actuación destacada de Adeel Akhta), un médico inseguro pero muy capaz que nos muestra cómo se gestó el “Gran Colapso”; o la de Amee (Dania Ramirez), una mujer que se encarga de una reserva para proteger a los híbridos.

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Un punto interesante de la serie es la belleza de paisajes agrestes que se contraponen al caos citadino. Pese a que la serie muestra el viaje del chico desde el hermoso parque Yellowstone hasta Colorado, se filmó en locaciones espectaculares de Nueva Zelanda.

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Más allá de que lo haga desde una mirada esperanzadora, los paralelismos con lo que nos dejó el Covid-19 son inevitables: la paranoia colectiva, barbijos, infectados y algunos egoísmos ante situaciones límite. "Lo que debería habernos unido solo nos separó", describe el narrador en uno de los fragmentos.

Puede que “Sweet Tooth” no sea la mejor serie en lo que va de 2021, pero es una muy buena opción para ver en familia. Pese a algunas situaciones predecibles y sentimentalismos o diálogos algo solemnes, el tono de fábula de la historia –con la voz de un narrador- por momentos hace sentirnos como cuando éramos chicos y nos contaban una historia antes de dormir. Capítulo a capítulo la historia se infantil se torna más oscura y deja la expectativa abierta para una segunda temporada.