"Duna": un espectáculo visual con un relato apasionante

Por Francisco Vidal.

Hay películas que son especiales para ver en el cine. La recientemente estrenada "Duna" es el claro ejemplo: un tanque de ciencia ficción dirigido por Denis Villeneuve ("La Llegada", "Blade Runner 2049") que ofrece un espectáculo visual y un relato épico ideal para la gran pantalla.

La película está basada en el libro homónimo de ciencia ficción de Frank Herbert y la historia se centra en el planeta Arrakis, un lugar al estilo Marte con un calor insoportable y muchísima arena. Nadie querría vivir allí ante esa descripción, pero la clave es que alberga algo preciadísimo: la especia, uno de los recursos más valiosos de este universo, causante de guerras e invasiones.

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Un imperio domina al universo y distintas casas se disputan el poder en un relato que se centra en Paul Atreides (Timothée Chalamet), el joven hijo del duque de Caladan (Oscar Isaac), líder de uno de estos Estados. Cuando el emperador destina a Paul y su familia al planeta Arrakis, los conflictos con otra facción que lo dominaba aparecen y emerge un juego de traiciones y un conflicto bélico. 

Con impactantes recursos visuales, en "Duna" hay paisajes extraterrestres, naves espaciales, combates, armaduras, escudos tecnológicos y mucho más. 

Villeneuve logra un relato apasionante y adictivo que te funde de a poco en la mística de la historia. 

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Con unas dos horas y media de duración -sobre el final el ritmo desciende un poco-, las claves de la historia se develan de a poco, sin caer en la tentación del abuso de los momentos de adrenalina. Un ejemplo de la expectativa in crescendo es el misterio que genera alrededor de unos monstruosos gusanos de arena que habitan el planeta. 

Chalamet se pone en la piel de una suerte de príncipe audaz que experimenta visiones a través de los sueños, que pueden llegar a hacerse realidad. El actor de 25 años demuestra a las claras por qué es una de las joyas más preciadas de Hollywood con un trabajo para recordar. 

Rebeca Ferguson, en tanto, brilla como su madre, la Dama Jessica, quien posee un adiestramiento especial y la transmite una especie de poderes sobrenaturales a Paul.

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Las grandes ligas están en un elenco que usa a figuras en los momentos justos: Jason Momoa, Zendaya -quien aparece poco, pero deja abierta la expectativa para la segunda parte-, Javier Bardem, Stellan Skarsgård, Dave Bautista y Josh Brolin, entre otros. 

La estética está puesta en primer lugar con marchas coreográficas, colores vivaces y sobre todo un vestuario de primer nivel de corte futurista. Pero lo que destaca en la vestimenta es la sutileza, que se encuadra en lo que caracteriza en general a la película: sabe ser sutil y no abusa de la espectacularidad, de la que se vale a cuentagotas.

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Con algunas reflexiones profundas, el guion (escrito por Villeneuve junto a Eric Roth y Jon Spaihts) insiste sobre las claves de una historia que era  complicada desde el vamos, probablemente para que el espectador no se pierda.  

Qué decir de la música de Hans Zimmer: épica y mística se combinan en una banda sonora que demuestra que es uno de los más grandes compositores de la historia de cine.

"Duna" acompaña el relato épico con lo que puede tomarse como una reflexión sobre el colonialismo: la guerra por lo preciado y lo que les sucede a los habitantes de tierras que son ricas en recursos naturales, donde la "civilización" y los "buenos" llegan con hambre de poder.

Con visiones sobre el devenir y un conflicto que promete acrecentarse, la expectativa queda abierta para la segunda parte, que llegará en 2023.