Gonzalo Echenique: "La comparación con Messi es exagerada"

“Empecé a los 12 años en el club Gimnasia y Esgrima de Rosario. Hacía natación y me metí porque seguí a mis amigos y a mi hermano mayor, que empezaron waterpolo”. Así describe Gonzalo Echenique sus inicios en un deporte poco popular en Argentina, pero que le permitió llegar a los primeros planos del mundo en esta disciplina.

Es rosarino, zurdo, hincha de Newell’s y hasta jugó en un club español llamado el Barceloneta. Con esos datos, el apodo es casi inevitable: “El Messi del waterpolo”. No obstante, prefiere no subirse al carro de esa calificación. “La comparación con Messi es exagerada. Él es el mejor del mundo y yo no; aunque sí trato de competir a la par de los mejores”, dijo en diálogo con La Central Deportiva (Cadena 3 Santa Fe 101.7).

En Argentina falta infraestructura, las piletas de waterpolo son muy pocas y no todas son reglamentarias. La posibilidad de progresar o llegar a la elite del deporte implica irse a jugar a Europa, donde hay clubes especializados. “Casi ninguno de los clubes de fútbol importantes tiene waterpolo. El único es el Olimpyakos de Grecia, que tiene prácticamente todos los deportes”, explicó.

Para llegar al Viejo Continente, Echenique tuvo la fortuna de cruzarse en su camino con un entrenador español en la ciudad de Santa Fe. “Me tomé un colectivo y me fui de Rosario a Santa Fe, a una clínica que daba Dani Ballart en el club Regatas. Me vio y me hizo el gancho para ir a Europa a los 19 años”, relató.

“Chalo” arrancó en la tercera división de España, en el Montjuic, club con el que ascendió hasta primera. De allí, pasó al Sabadell y luego al Barceloneta, el mejor equipo de ese país. Por su buen rendimiento, fue tentado a jugar para la selección de España en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. “Fueron sentimientos encontrados, pero Argentina no tiene nivel para jugar JJ.OO. Así que después de hablarlo en familia dije que sí”, detalló.

Echenique confiesa que el corazón argentino seguía tirando a la hora de alentar a otros deportistas en los JJ.OO. de Río. “Lo cruzaba a Rafael Nadal y no le daba bola, pero si lo veía a (Juan Martín) Del Potro le gritaba: ¡Vamos Juan Martín, con huevos! Me reía por dentro, porque no habrá entendido nada”, describió el waterpolista. Incluso, contó que cuando ambos tenistas se enfrentaron, sus compañeros de la selección española lo querían matar por festejar los puntos del tandilense. Hoy le paso una situación similar con los integrantes del equipo nacional italiano. Sí, Chalo ahora juega para la selección de Italia y para el Pro Recco, el club más importante de ese país y uno de los más fuertes del mundo. “Cuando me llamó la selección italiana, acepté para seguir cumpliendo sueños. Me costó menos que la decisión de jugar para España. En aquel momento todavía me tiraba el “patriotismo” de querer jugar para Argentina”, reveló el rosarino.

Por último, el argentino develó entre risas que “debajo del agua vale todo: piñas, patadas, agarradas de partes íntimas. Ahora implementaron el VAR en el waterpolo para ver las acciones mal intencionadas”.

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