Andrés Merlos: "Invité tres veces a Fassi a mi vestuario y no quiso venir"

En la celebración anual de la Unión de Árbitros Deportivos Argentinos (UADA), realizada en un salón de Puerto Madero, Cadena 3 dijo presente de la mano de su periodista Claudio Giglioni, quien dialogó con uno de los protagonistas de la noche: el árbitro Andrés Merlos.

“Para nosotros esta fiesta es muy importante. Somos árbitros de todo el país y poder vernos una vez al año es muy lindo. El balance de este año es más que positivo. Muchas veces el arbitraje argentino no es valorado dentro del país, pero el mundo lo reconoce: en cada Copa Libertadores, Sudamericana o Mundial siempre hay un árbitro argentino en la final”, destacó el referí con orgullo.

Entre las críticas y la calma

El juez explicó cómo logra mantenerse al margen de las polémicas mediáticas y de las presiones que suelen envolver al fútbol argentino.

“No tengo redes sociales ni consumo periodismo. Hay críticas constructivas y otras destructivas. Yo elijo enfocarme en mi trabajo y en mi equipo arbitral. Toda la semana planificamos cada partido y confiamos en nuestro asesor. Lo demás es parte del juego”, afirmó.

Merlos reconoció que convivir con la desconfianza pública forma parte del oficio: “Estamos en un país muy futbolero, donde se consumen muchas versiones que no suman. Pero al final, el tiempo termina poniendo las cosas en su lugar”.

Barracas, Talleres y las presiones

Consultado sobre el recordado episodio con Barracas Central, donde su decisión en el VAR generó revuelo, Merlos fue claro: “En ese momento tuve que ir al VAR y consideré que era penal. No hay mucho más. Después las designaciones las maneja la dirección arbitral. A veces hay rotaciones o coincidencias, pero no busco explicaciones ni reclamos”.

También se refirió al cruce con Andrés Fassi, presidente de Talleres, tras un partido caliente.

“Yo lo invité tres veces a venir a mi vestuario para hablar en privado, que era lo más coherente. Él no quiso y pasó lo que pasó. Después pidió disculpas públicas, que es una forma válida, aunque nunca me las dio personalmente. Pero lo tomé bien. Es parte del crecimiento”, explicó.

Entre tarros de leche y autocrítica

El árbitro confirmó, con humor, una curiosa sanción judicial derivada de aquel conflicto: “Sí, eso fue verdad. El juez resolvió que debía pagar con diez tarros de leche. Cumplí con eso y con más”, contó entre risas.

Pero lejos de las anécdotas, Merlos enfatizó la dimensión humana del arbitraje: “Detrás de la camiseta negra hay personas con familia, que sufren y son autocríticas cuando se equivocan. No estamos todo el año vestidos de referí. Aprendemos de los errores y tratamos de mejorar día a día”.

A sus 45 años, Merlos reconoce que transita los últimos años de su carrera.

“Mi meta es seguir estando bien físicamente y disfrutar dentro del campo de juego. Ya no pienso tanto en designaciones, sino en rendir bien y sostenerme en este nivel hasta el final”, expresó.

Antes de despedirse, dejó un mensaje para los hinchas: “Que disfruten de nuestro fútbol, que es prestigioso en el mundo. Siempre hay argentinos protagonistas, ya sean jugadores o árbitros. Eso hay que valorarlo”.

Entrevista de Claudio Giglioni.

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