9 de cada 10 trabajadores tienen síndrome de burnout

Federico Albarenque

Nueve de cada diez trabajadores argentinos sufren de síndrome de burnout.

El síndrome de burnout se traduce en un agotamiento excesivo y estrés vinculado al trabajo. Esta cifra impactante, que representa una disminución de tres puntos respecto al año anterior, indica que el 90% de los trabajadores en Argentina siente los efectos de esta condición. 

A medida que se acerca más el final del año, el cansancio se torna cada vez más evidente en la mayoría de las personas que trabajan.

Argentina se posiciona como el país con mayores índices de este síndrome en la región, con un 91%. Luego, Chile presenta un 89%, Panamá un 88%, Perú un 82% y Ecuador un 78%. Entre las experiencias negativas más comunes, el 77% de los encuestados reporta estrés, mientras que el 70% se siente agotado. Un 41% menciona un nivel de cansancio anormal debido al exceso de trabajo, y un 39% encuentra difícil desconectar del trabajo.

Este último dato invita a reflexionar sobre la cultura laboral en Argentina. Muchos trabajadores sienten que no pueden cortar la jornada laboral, lo que contrasta fuertemente con la realidad de otros países, especialmente en Europa, donde se respeta más el tiempo personal. La desconexión del trabajo se convierte en un desafío mayor en nuestra sociedad, donde el trabajo pareciera no tener fin.

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El informe también revela que el 53% de los trabajadores siente una falta de energía extrema, y un 21% reporta una disminución en su eficacia laboral. 

Las mujeres, en particular, parecen estar más afectadas, con un 92% sintiéndose agotadas, en comparación con el 89% de los hombres. Este agotamiento puede estar relacionado con la carga extra que muchas mujeres asumen en el hogar, además de sus responsabilidades cotidianas y laborales.

Por otro lado, el informe indica que un 23% de los trabajadores no hace nada para revertir su situación, mientras que un 35% opta por realizar ejercicios físicos o actividades de relajación. Un 20% prefiere leer o ver series para desconectarse, y un 10% intenta mantener el contacto con sus seres queridos como forma de alivio.

Es fundamental reconocer que el agotamiento laboral no se distribuye equitativamente y que hay profesiones que demandan más de sus trabajadores. La atención al público, por ejemplo, puede ser especialmente desgastante, y es importante empatizar con quienes se encuentran en estas posiciones. 

La presión y el estrés son parte de un sistema que necesita reevaluarse para mejorar la calidad de vida laboral de los trabajadores.

En conclusión, es necesario reflexionar sobre la cultura laboral en Argentina y la necesidad de encontrar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal. La desconexión es esencial para combatir el síndrome de burnout y construir un futuro más saludable para todos los trabajadores.

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