Temblores y ruidos en la pelea por el poder en Córdoba

Sergio Suppo

Luego de la tormenta desatada a fines de la semana pasada con el trascendido de la reunión de Mauricio Macri con el intendente Martín Llaryora, ahora me dicen que el expresidente, que está en modo Mundial en Qatar, mandó algunos mensajes.

El primero fue que la reunión la pidió Llaryora y que hablaron de temas de política nacional. Esto para nada cambia lo que yo pienso respecto de las elecciones provinciales de Córdoba. Sobre ese tema volvió a opinar que a las candidaturas hay que resolverlas a través de las PASO.

Por lo tanto, Juntos por el Cambio de Córdoba, Juez, De Loredo, etcétera, tienen o deberían organizar unas Primarias para definir el tema. Con lo cual el mensaje de Macri a algunos dirigente fue: “Yo no niego nada y no me arrepiento de haberlo recibido. Me parece normal haberlo recibido”, y al mismo tiempo está marcando una diferencia clara con su silencio sobre Juez.

La reunión es contemporánea con la intención dentro del peronismo de Córdoba, de ir a buscar a unos cuantos intendentes radicales que son a esta altura del partido más schiarettistas que radicales.

Entonces hay una cuestión que no está saldada ni mucho menos, y que hay que ver cómo se terminan de acomodar los melones en el carro de aquí a fin de año. Por un lado y por el otro lado, no habría que descartar otra cosa que dejo simplemente como una hipótesis de trabajo.

Antes de fin de año podemos llegar a tener novedades sobre Javier Milei y quién lo financia por debajo de la mesa en Córdoba.