Ritual japonés de fin de año: purificación, deseos y toque de campana

1. Audio. El Jardín Japonés de Buenos Aires celebra el Kiyome para recibir el nuevo año

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Con la llegada del cierre de 2025, el Jardín Japonés de Buenos Aires se convierte en escenario de una tradicional ceremonia de origen japonés que invita a dejar atrás lo negativo y proyectar deseos para el año que comienza. Se trata del Kiyome, un ritual de purificación que se realiza este sábado 27 y domingo 28 de diciembre, abierto al público, a partir del mediodía.

La propuesta combina espiritualidad, simbolismo y una experiencia sensorial. Al ingresar, los visitantes reciben un incienso que deben encender y colocar en una paila. El humo que se genera —explicaron desde la organización— simboliza la purificación: las personas se lo esparcen por el cuerpo como forma de “quemar” todo lo malo vivido durante el año que termina y despojarse de la negatividad acumulada.

Luego del ritual de purificación, los participantes se acercan a la Campana de la Paz Mundial, donde realizan el tradicional toque de campana. Según la creencia japonesa, el sonido y la vibración del tanido, acompañados de deseos sinceros, ayudan a atraer prosperidad y bienestar para el año siguiente. Además, se invita a escribir tanto las experiencias negativas del año que se va como los deseos para el nuevo ciclo, reforzando el sentido de cierre y renovación.

Sergio Miyagi, referente del Jardín Japonés, explicó que el Kiyome es una ceremonia simple pero profunda, pensada para ser vivida más que observada. “La idea es que cada persona realmente crea en sus deseos, se libere de lo negativo y encare el nuevo año con energía renovada”, señaló.

El ritual se desarrolla durante todo el fin de semana y está destinado tanto a porteños como a turistas de distintas provincias que llegan a la ciudad en estos días. Una oportunidad distinta para despedir el año, conectarse con una tradición milenaria y comenzar 2026 con buenos augurios.

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