Se intensifican la crisis energética y las protestas en Cuba

Carolina Amoroso

La situación en Cuba se torna cada vez más crítica. En los últimos días, la isla ha experimentado cuatro apagones masivos, un reflejo de una crisis energética que se suma a problemas preexistentes. 

El gobierno cubano atribuye esta crisis a múltiples factores, incluidas las sanciones vigentes, que han impactado el abastecimiento de combustibles y otros insumos. Sin embargo, el desmoronamiento del sistema energético cubano es un problema que se ha gestado a lo largo de los años y que se ha intensificado recientemente.

La realidad en Cuba es alarmante. Las actividades no vitales se suspenden, las escuelas permanecen cerradas y la población enfrenta su cuarta noche de apagón masivo. Además, se reportan cacerolazos en distintos puntos, incluyendo el centro de La Habana, como una forma de manifestación ante la creciente insatisfacción de la ciudadanía.

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Cuba lleva más de 60 años bajo el régimen castrista, actualmente liderado por Miguel Díaz-Canel. Este gobierno se muestra firme en su intención de no permitir actos que puedan alterar el orden público, a pesar de los focos de protesta que surgen por el descontento popular. Las demandas por libertades básicas continúan sin respuesta, y las protestas del pasado, como las del SOS Cuba, evidencian un clamor que aún resuena en la isla.

La situación se complica aún más tras el huracán Oscar, que dejó al menos seis muertos y agravó las condiciones en la isla. En los últimos años, medio millón de cubanos abandonó el país en busca de mejores oportunidades en EE.UU., un éxodo que no muestra signos de detenerse.

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