¿Hay alternativa a la cuarentena?

Fernando Genesir

En medio del avance de la pandemia ya no sólo en el AMBA sino en todo el país, el ex secretario de Salud de Cambiemos, Adolfo Rubinstein, y el actual ministro, Ginés González García, protagonizaron este martes una fuerte polémica sobre la extensa cuarentena argentina.

Rubinstein había advertido que en el Gobierno nacional "ya no están enamorados sino 'entrampados' en la cuarentena" contra el coronavirus.

Ginés le contestó diciendo que "no solo ha sido sido un pésimo ministro, sino un peor ex ministro".

Y agregó que hizo "un papel muy malo", dejando "sin vacunas y sin Ministerio de Salud a la Argentina", y que "ahora se atreven a decir barbaridades".

Por la tarde, Rubinstein se encargó de rechazar los cuestionamientos de Ginés.

Explicó que fue "de las personas que inicialmente más apoyó la cuarentena". Que propuso "la cuarentena de la manera en que se dio, cuando se estaba vacilando, a principios de marzo". Que no se trata de un debate "ideológico ni político". Y que apoyó "la decisión del Presidente cuando se puso al hombro esto".

Lo que está diciendo Rubinstein es que estuvo de acuerdo al principio cuando había que aplicar la cuarentena. Pero critica que no se haya pensado en una salida.

Ayer también, la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne, manifestó públicamente su preocupación por el pico de casos en Argentina: “Un país que al principio había contenido la pandemia”, dijo.

Mientras tanto, ayer el presidente Alberto Fernández no descartó la vuelta a una cuarentena estricta: “El botón rojo siempre está a mano”, dijo.

Y agregó que "la gente no estaba respetando la cuarentena. La gente se relajó, y se relajó equivocadamente", expresó.

Es cierto que hay incumplimientos. Ahora bien, ¿la gente se relajó o se cansó de una cuarentena tan extensa?

Era sabido que con 5 meses de cuarentena sobre sus hombros la gente se iba a relajar o se iba a cansar.

¿O qué esperaban?

En todo caso habría que preguntarse si desde los gobiernos pensaron en una estrategia para el día después, para cuando la cuarentena ya no resulta de tan extensa que se hace.

Ya todos sabemos que la cuarentena es un recurso limitado.

Y que se aplica para aplanar la curva, y para ganar tiempo y preparar el sistema de salud. Que es algo que se hizo muy bien en Argentina, porque ese objetivo se cumplió.

Para decirlo más claro: la cuarentena fue acertada y se implementó a tiempo.

Sin intención de criticar su implementación temprana, y lejos de avalar los incumplimientos, vale preguntarse si después de 5 meses de aislamiento y distanciamiento, la cuarentena no es un recurso que se agotó.

¿Cómo se sostiene y cómo se cumple una cuarentena que se alargue más de cinco meses?

Porque como dijimos allá por marzo, está claro que si nos encerramos todos, la curva de contagios se desploma.

¿Cómo salimos? ¿Cuándo salimos? ¿Se puede sostener una cuarentena eterna hasta que aparezca la vacuna?

El propio ministro Ginés González García, durante un informe ante senadores nacionales, el 15 de abril, dijo que “no se puede prolongar una cuarentena indefinidamente”.

Entiendo que todos los gobiernos fueron aprendiendo sobre la marcha.

Ahora bien, hay casos que no tienen mucha lógica.

¿Cómo se entiende que vuelvan los entrenamientos en el fútbol y no se habiliten deportes individuales?

Ayer lo planteaba el ex tenista Guillermo Coria cuando decía que es "raro" que se haya habilitado el fútbol y no el tenis.

Y el caso más notorio de las últimas horas es el del remero olímpico Ariel Suárez (finalista en Londres 2012 y bicampeón panamericano Lima 2019).

Primero protestó junto a varios deportistas en la Quinta de Olivos.

Después advirtió que si el fútbol volvía a entrenar, él también lo haría.

Hasta que antes de ayer finalmente tiró su bote en el río Luján y realizó su primer entrenamiento al aire libre.

Y como no tenía la autorización oficial para volver a remar, y le labraron un acta por incumplimiento de las normas de aislamiento social obligatorio.

No soy partidario del incumplimiento de las normas.

Pero no puedo menos que empatizar con el remero frente a tanta falta de sentido común, frente a tamaña insensatez, frente a semejante falta de criterio por parte de las autoridades que habilitan el fútbol y prohíben el remo individual.

Pasó en España, donde se aplicaron las reglas muy estrictas, a veces del todo ridículas. Como no poder nadar en el mar, aunque la playa esté desierta. No poder ir solo a la montaña… Es ridículo.

¿Cuál es el peligro para la salud pública que un atleta reme solo en el río?

¿Son reglas proporcionales a la amenaza?

¿Qué puede hacer un ciudadano, deportista o no, ante tamaña injusticia?

¿Obedecer en silencio en nombre de la salud pública?

¿Reclamar un derecho ante la justicia?

¿Protestar en una marcha?

¿Cuáles son los mecanismos que ofrece un estado democrático para poder expresar los desacuerdos frente a semejantes arbitrariedades?