¿De qué se trata la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos?

Cynthia Zak

Cada vez que sucede una masacre en Estados Unidos la pregunta es la misma: ¿Cómo es posible que el acceso a armas de fuego sea ilimitado y que cualquier persona mayor de de 18 años (en algunos estados con solo 16 años), pueda entrar a una tienda y salir con rifles y pistolas como si comprara pan?

Lo que sucede entre los estadounidenses y las armas es una historia constitucional, social, política, económica y cultural arraigada en el corazón de esta sociedad desde 1789 cuando la Segunda Enmienda de la constitución fue aprobada.

Así dice el texto en inglés: “The Second Amendment protects an individual right to possess a firearm unconnected with service in a militia, and to use that arm for traditionally lawful purposes, such as self-defense within the home".

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Una lectura a favor de portar armas

Básicamente garantiza y protege el derecho individual a portar armas y que ni el gobierno federal ni gobiernos estatales o locales pueden infringir este derecho.

"La Segunda Enmienda sigue siendo fundamental para proteger los derechos de los propietarios de armas que respetan la ley", reza la página de la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) y sostienen que en la parte donde dice "el derecho del pueblo a poseer y portar armas" de la Segunda Enmienda implica el derecho constitucional individual a poseer armas de fuego y convierte en inconstitucional toda regulación prohibitiva o restrictiva.

Este grupo, con casi 6 millones de miembros tiene tentáculos indestructibles en todos los pasillos de Washington, políticos influyentes, senadores que forman parte de sus filas, acceso a todas las decisiones sobre leyes que pudieran restringir el acceso a armas y en definitiva un poder gigantesco apoyado en gran parte por el partido republicano.

El propio presidente Biden habló de ellos claramente en su discurso después de la matanza en Texas y dijo que hay que ponerles freno, controlar este lobby, fortalecer leyes que detengan el poder de esta asociación y los fabricantes de armas que son sus grandes aliados.

Una lectura en contra de portar armas

Los demócratas parecen de manos atadas y los constitucionalistas en contra de la Segunda Enmienda se enfocan en la primera parte del texto que alude a “una milicia bien ordenada”, diciendo que los redactores de la Constitución en 1791 no pretendían otorgar a los ciudadanos el derecho individual a poseer armas, sino establecer un derecho colectivo a la defensa en caso de agresión externa.

Siendo así la lectura no habla de un ‘"derecho individual a portar armas” sino a que las autoridades federales, estatales y locales puedan limitar o prohibir el acceso al armamento sin ser anticonstitucional.

Esa misma grieta en la interpretación de la Constitución existe en la calle, entre los ciudadanos, en la división de la gente que casi 50/50 o defienden la portación de armas o la rechazan.

¿Puertas blindadas en las escuelas?

Alrededor del 44% de los adultos estadounidenses viven en un hogar con un arma, y aproximadamente un tercio posee una personalmente, según una encuesta de Gallup de octubre de 2020.

Los norteamericanos representan el 4,4% de la población global, pero poseen el 42% de las armas del mundo y en 2018, los fabricantes de armas produjeron nueve millones de armas de fuego en el país, más del doble de la cantidad fabricada en 2008.

Las leyes que pueden modificar esto están estancadas en el Congreso, los demócratas no tienen muchas opciones y los votos republicanos siempre son a favor de una interpretación pro armas de la Segunda Enmienda.

Lo cierto es que en lo que va del año (no estamos ni en la primera mitad), se han registrado más de 200 tiroteos masivos con víctimas fatales y 900 tiroteos en escuelas y centros educativos en la última década.

Los padres preguntan antes de empezar el año escolar si las escuelas tienen puertas blindadas y detectores de metales en vez de consultar sobre los programas de estudio y lo que sus hijos van a aprender.