Myanmar destruyó casi 300 millones de dólares en drogas confiscadas en grandes incendios

RANGÚN, Myanmar (AP) — El 26 de junio, las autoridades llevaron a cabo la quema de drogas ilegales, valoradas en casi 300 millones de dólares, en varias ciudades de Myanmar. Este evento conmemoró el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. La destrucción de las sustancias ilícitas tuvo lugar poco después de que expertos de la ONU alertaran sobre un aumento sin precedentes en la producción y tráfico de metanfetaminas desde la región del Triángulo Dorado, especialmente en el estado de Shan, en el este del país.

Históricamente, Myanmar ha sido un importante proveedor de drogas ilegales para el este y el sudeste asiático, a pesar de las constantes iniciativas para frenar esta actividad. La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito lo catalogó como el mayor productor de opio del mundo en 2023.

En la ciudad más poblada del país, Rangún, se incineró una enorme cantidad de drogas, que se estima en más de 117 millones de dólares, en un acto que resultó en un impactante incendio. Entre los estupefacientes destruidos se encontraron opio, heroína, metanfetamina, marihuana, ketamina y el conocido cristal, detalló el general de brigada de la policía local, Sein Lwin.

Se realizaron quemas similares en Mandalay y en Taunggyi, capital del estado de Shan, regiones cercanas a los mayores centros de producción de droga. Un oficial en Naipyidó, la capital, reveló a The Associated Press que el valor total de las drogas incineradas en tres puntos de la ciudad ascendía a 297,95 millones de dólares, aunque pidió no ser identificado ya que esta información no había sido divulgada oficialmente.

Myanmar enfrenta un largo y complicado historial de producción de drogas, alimentado por la inestabilidad política y económica generada por décadas de conflicto. El este del país, formando parte del infame Triángulo Dorado, ha sido un epicentro de esta producción, facilitado en gran parte por la falta de control gubernamental en las zonas fronterizas, donde diversas milicias étnicas operan, algunas involucradas en el narcotráfico.

En un informe de mayo, la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito advirtió que la crisis política, que se intensificó tras el golpe militar de 2021 que desató una guerra civil, ha desencadenado un crecimiento alarmante en el comercio de metanfetamina. Este tráfico no solo afecta a las regiones del este y sudeste asiático, sino que también ha empezado a avanzar hacia el sur, especialmente hacia el noreste de India.

Las rutas de tráfico se están expandiendo desde Myanmar hacia Camboya, principalmente a través de Laos, además de utilizar canales marítimos que conectan Malasia, Indonesia y Filipinas, haciendo de Sabah, Malasia, un centro de tránsito esencial.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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