Conocer el ataque de 1995, un requisito para ser parte del Oklahoma City Thunder

OKLAHOMA CITY (AP) — Isaiah Hartenstein nació en 1998, tres años después de que la ciudad de Oklahoma cambiara para siempre.

El 19 de abril de 1995, un camión bomba estalló frente a un edificio federal en Oklahoma City, provocando la muerte de 168 personas y convirtiéndose en el ataque doméstico más letal en el territorio estadounidense. Cuando Hartenstein se unió al Oklahoma City Thunder el año pasado, su conocimiento sobre el atentado era limitado.

No obstante, al igual que todos los que llevan el logo del Thunder, debió educarse sobre este acontecimiento.

“Esto me ayudó a comprender lo que ha vivido la ciudad”, expresó Hartenstein. “Me hizo darme cuenta de lo unida y solidaria que es la comunidad”.

El Thunder aún no existía en Oklahoma City cuando ocurrió el ataque, ya que la franquicia anteriormente conocida como Seattle SuperSonics se trasladó a la ciudad más de diez años después.

Sin embargo, la organización mantiene un fuerte compromiso con su comunidad. El atentado resuena aún con fuerza en la ciudad, y el Thunder ha realizado esfuerzos significativos para no pasar por alto el impacto que tuvo, y que aún tiene.

Por ello, cada nuevo jugador, incluidas las contrataciones temporales, así como los nuevos empleados, deben visitar el memorial. Allí, observan 168 sillas, cada una representando a una de las víctimas. Escuchan relatos, ven fotos y comprenden la respuesta de Oklahoma City tras el atentado y en los años siguientes.

“Participé en esa visita un mes después de comenzar a trabajar aquí”, comentó el entrenador del Thunder, Mark Daigneault. “Nadie que haya llevado el logo del Thunder en su pecho ha ignorado este lugar, porque es un componente esencial de la historia de la ciudad”.

Oklahoma City no cuenta con un equipo de la NFL, de las Grandes Ligas de Béisbol ni de la NHL. En el contexto de los principales deportes profesionales de Estados Unidos, el Thunder es la única opción en la ciudad.

A los aficionados les encanta su equipo. Arriban temprano y se quedan hasta el final del partido. Sus aplausos son rítmicos, al igual que los vítores de “O-K-C”, que a veces se transforman en gritos de “M-V-P” por el Jugador Más Valioso de la NBA, Shai Gilgeous-Alexander.

“La multitud es increíble”, afirmó Tyrese Haliburton, estrella de los Pacers, tras vencer al Thunder en un emocionante partido de las Finales de la NBA. “Todos se levantan y aplauden al unísono. Esta es la mejor afición que hemos encontrado en los playoffs”.

En resumen, Oklahoma City es una comunidad que se apoya mutuamente. Hartenstein recordó que algo que lo conmovió cuando aprendió sobre el ataque fue cómo la población inundó la zona para ayudar, al punto de que algunos tuvieron que ser enviados de regreso a casa para no saturar los esfuerzos de asistencia.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con el apoyo de inteligencia artificial generativa.

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