Bielorrusia persiste en la represión a pesar de liberar algunos presos políticos

Las autoridades bielorrusas siguieron con su represión sistemática contra la disidencia, incluso tras liberar a algunos prisioneros, así lo indicó el martes el principal grupo de derechos humanos del país a The Associated Press.

El mes pasado, el gobierno bielorruso indultó y liberó a 14 prisioneros. Sin embargo, según Pavel Sapelka, del centro de derechos humanos Viasna, más de 60 personas fueron arrestadas con cargos de naturaleza política. En mayo, el centro registró más de 100 arrestos por causas políticas, manifestó Sapelka.

“La maquinaria represiva no se detiene, y las autoridades siguen sofocando cualquier disidencia en Bielorrusia, abriendo nuevos casos de renombre. Nadie, absolutamente nadie puede sentirse seguro en el país”, afirmó Sapelka a la AP.

Los arrestos masivos y las condenas a críticos del régimen han continuado desde 2020, cuando el presidente Alexander Lukashenko obtuvo un sexto mandato en un proceso electoral que la oposición y la comunidad internacional denunciaron como fraudulento.

Decenas de miles de personas se manifestaron en las calles, en las mayores protestas que el país haya conocido. En respuesta, las autoridades desataron una violenta represión, deteniendo, golpeando a miles y forzando a muchos al exilio. Esta represión generó condenas internacionales y llevó a Estados Unidos y a la Unión Europea a imponer sanciones a Bielorrusia.

La organización Viasna ha documentado a 1.174 personas encarceladas como prisioneros políticos, entre las que se encuentran 38 periodistas y el fundador del grupo, Ales Bialiatski, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2022. Se reportó que al menos ocho prisioneros políticos han muerto en prisión.

Lukashenko, quien en enero se atribuyó otro mandato en unas elecciones consideradas como una farsa por la oposición, ha comenzado a indultar a algunos prisioneros políticos en un esfuerzo por mejorar las relaciones con Occidente. Desde julio de 2024, más de 300 prisioneros, incluidos algunos ciudadanos estadounidenses y otros extranjeros, han sido indultados.

El mes pasado, entre los liberados se encontraba la figura opositora Siarhei Tsikhanouski, quien junto a otros 13 prisioneros fue llevado a Lituania. Su liberación ocurrió poco después de que se anunció que Lukashenko se reunió con el enviado estadounidense para Ucrania, Keith Kellogg, en Minsk.

No obstante, defensores de los derechos humanos sostienen que la situación en Bielorrusia no ha cambiado, y que las autoridades han abierto recientemente varios casos de alto perfil, lo que refleja su intención de continuar la represión.

Al menos 20 personas fueron arrestadas en un caso relacionado con Belaruski Hajun, un grupo de activistas bielorrusos que monitorea los movimientos de tropas en el país, declaró Sapelka.

Viasna también informó sobre el arresto del popular cantante bielorruso Aleh Hamenka, quien es acusado de participar en protestas antigubernamentales. Otro caso involucra a sociólogos de la firma de investigación sociológica Wardomacki, según Sapelka.

Nils Muižnieks, relator especial de la ONU para los derechos humanos en Bielorrusia, afirmó recientemente que “no hay señales de mejora en la situación de los derechos humanos y las autoridades ignoran las propuestas de cooperación”.

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